El joven marroquí que fue sorprendido el sábado 7 escondido en la bodega del avión tras haberse colado en el aeropuerto quedó ayer en libertad mientras se tramite su expediente de expulsión del territorio nacional por infracción de la Ley de Extranjería. El chico, del que se ha podido constatar que tiene 18 años, pasó la noche del martes en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, pero tuvo que ser puesto en libertad por el plazo legal que tiene para presentar alegaciones. Como ya informó ayer MELILLA HOY, la Guardia Civil se hizo cargo el martes de este joven después de que las pruebas oseométricas determinaran que no es menor de edad, desmintiendo así la versión que él había dado tras llegar a Melilla de forma irregular el pasado 18 de diciembre.
Dado que las competencias de Extranjería son de la Policía, este cuerpo de seguridad se hizo cargo del chico esa misma tarde. Por ello, pasó toda la noche del martes al miércoles en dependencias policiales mientras la Brigada de Extranjería de la Jefatura Superior de Policía le incoaba el correspondiente expediente de expulsión del territorio nacional, según informaron a MELILLA HOY fuentes policiales.
Una vez resuelto este trámite, ayer por la mañana se abrió un plazo de 48 horas para que el abogado de este joven presente las alegaciones que considere oportunas. Por ello, el chico quedó en libertad hasta que expire el plazo el viernes por la mañana, y a partir de entonces, la Delegación del Gobierno podrá decretar en firme la expulsión o no de este individuo a su país de origen.
No suelen presentarse
Lo habitual en estos casos, apuntaron las mismas fuentes policiales, es que la institución gubernamental dicte la expulsión por infracción de la Ley de Extranjería, aunque también es muy frecuente que los expedientados no se presenten para su devolución al país de origen.
