Una señora me dijo en una ocasión: ¡Qué bonito es, lo que Vd. ha publicado hoy en la prensa ¡Refiriéndose a un artículo mío!
Yo le respondí: Muchas gracias. Pero lo bonito lo pone Vd.,
- Ella me dijo: Pero Vd. lo ha escrito.
- Si. Pero Vd. lo ha visto. Y añadí: Don Miguel de Cervantes dijo: “Yo he escrito El Quijote. Pero la gente lo ha sacado del libro y lo ha trasladado a la vida. Y eso es lo que cuenta” …Debido a eso, el dueño de un periódico…. ¿Quién es en realidad……?
EL PERIODICO. Su nombre se asemeja a una mujer en gestación. Y hasta cierto punto la imita, porque un Periódico no es solo papel. Es más bien un embarazo. Por obra del espíritu. Porque el espíritu es el que anima, alienta y convive en el más allá del tiempo, ese parto diario con olor a mañana y sudores de noche, que aparece cada día en la mente del hombre, haciéndole saber que vive. Que su vivir es saberse junto a los demás, en todo aquello que la vida enseña y las palabras traducen. Pues no son letras y si palabras, las que un Periódico contiene en sus planas y colaboraciones. En sus entrevistas, reportajes y noticias…. Palabras, que cada día nos hablan. En silencio. Con el respeto. La dedicación y la verdad que cada ser humano merece por serlo. Y así debe ser. Pues cuando ese embarazo es resultado de un coito deshonesto y material, preconcebido e impuesto, deja de ser parto, para convertirse en aborto. Un feto que refleja en sí mismo, el origen de su íntimo desamor, en pos de una copulación oportunista y envilecida. Un periódico, cuando acude al chalaneo político en espera de ser recompensado, deja de ser prensa para convertirse en presa. De aquellos, que sin tener otra cosa que falsedades y promesas, ofertan lo que no les pertenece, a cambio de lo único que tienen, como es el engaño, y la seducción.
Esos fonogramas, donde en sus columnas se asientan cada día, el edificio fugaz de lo inmediato, alguna semejanza tiene con el hombre…Debido a ello…no debe tener dueño. Solo la libertad, es su razón. Lo contrario es un atentado contra sí mismo. Pues en sí mismo, van inmediatos y alentados, todos aquellos, que cada día, son difusores de su propia dignidad y cabecera.
Hoy es una palabra que más que letras, contiene en si misma toda una existencia. Porque Hoy es la vida que tenemos. Ayer, la que nos legaron. Mañana, la que esperamos tener.
Deseo a MELILLA HOY, que sea siempre HOY porque HOY será siempre Ayer y Mañana. Más allá del tiempo. Donde esa Melilla existe y merece existir.
Buenos días.
