El caso es que me ha sorprendido que un partido de nueva creación y homólogo al liderado por Albert Rivera en España, haya sido el ganador en Francia por una mayoría aplastante. Esperaba hace tan solo unos meses que un país tan avanzado como Francia, tanto en ideas, como en ideología política, mantuviese el voto socialista, frente al peligro de la entrada al poder de la extrema derecha.
Desde mi perspectiva, la dinámica política en Europa, y sobre todo en la Europa “europeísta” está mostrando un cambio tangible en lo que podríamos denominar la vieja y la nueva política, ya que mientras el socialismo y el eurocomunismo están de “capa caída”, son los partidos liberales progresistas quienes están cogiendo el espacio político que la susodicha Izquierda ha dejado en nuestros días.
En España seguimos con un gobierno conservador de derechas, pero es visible la influencia que CIUDADANOS está teniendo en el ejercicio del poder del Partido Popular. En Holanda también han ganado los homólogos a Ciudadanos y en Francia, han arrasado prácticamente, aunque la abstención ha sido bastante mayor que en años anteriores.
Pese a la crisis que está viviendo la ciudadanía francesa, el populismo del Frente Nacional se ha visto incapaz de superar el progresismo de ”En Marche”. Con ello, queda claro que la ciudadanía francesa opta por la convivencia social entre las diferentes religiones y culturas y por el progreso europeo que ahora, menos Reino Unido, tiene de la zona occidental del continente.
Estoy seguro de que la población musulmana francesa, lo mismo que la budista y de otras confesiones cristianas diferentes a la católica, han optado por la dinámica del nuevo centro progresista francés.
Sin embargo, Emmanuel Macron, tiene que tener clara una cosa. Y es que ya no trabaja para Francia, precisamente porque su nación es un gran país… Si En Marche es capaz de solventar los problemas de corrupción política que padecen los galos, además del problema creciente de desempleo existente allí. En Marche podría significar la alternativa política que tenga la ciudadanía europea frente a los crecientes populismos de extrema derecha en toda Europa.
Desde mi perspectiva, si Macron hace un buen trabajo en Francia, el Socioliberalismo, o partidos de centro progresista serán el futuro que marque la senda de nuestra Unión Europea. Pero si esto no es así, la extrema derecha les estará esperando. Algo que será muy peligroso para la paz y la convivencia social y el progreso económico tanto del Euro, como de la Unión Europea en general.
