Málaga vivió ayer una de sus grandes fiestas deportivas del año, la V Maratón Cabberty, en la que participaron nada menos que 2.500 atletas llegados de todos los rincones. Entre ellos Melilla, que tuvo una representación de lujo de la mano de una treintena de corredores, que hicieron tiempos espectaculares en sus respectivos cronómetros. Hasta tal punto, que seis de ellos quedaron entre los 300 primeros de la clasificación, todo un hito que demuestra el nivel de los atletas locales y sus ganas de devorar kilómetros con ilusión, energía, deportividad y positivismo. Grandes sensaciones siempre envueltas en el color azul de Melilla en las muchas banderas de nuestra ciudad que ayer se pudieron ver por todo el itinerario de la prueba gracias, también, al orgullo melillense que desplegaron quienes más cerca están siempre de nuestros atletas. Padres, madres, hijos, primos, tíos, sobrinos, amigos… Prácticamente nadie quiso perderse este día inolvidable para la expedición melillense, que desde primera hora ya podía intuirse aquí con las redes sociales y el WhatsApp echando humo.
El melillense mejor situado en la clasificación fue Fernando Térrez, que quedó en trigésimo sexta posición. En poco menos de 2 horas y 50 minutos completó los 42.195 metros de la maratón. También hubo una valiente melillense que participó en la prueba, Rebeca de Juan, que tardó casi una hora más que Térrez.
La marca, en días como ayer, es casi lo de menos aunque el objetivo de los atletas sea siempre arañar segundos al cronómetro. Ayer lo que de verdad ganó en la V Maratón Cabberty fue la deportividad y orgullo de los nuestros, que dejaron el pabellón de Melilla por todo lo alto antes de coger, la gran mayoría, el barco de regreso por la noche.