EL OLVIDO DE INGESA, SIN MÉDICOS NO HAY SANIDAD.

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(Personajes: Zapatero, impulsor de la construcción del Hospital Universitario)

Infraestructuras, servicios y equipamientos son exclusivamente medios que sin los recursos humanos especializados carecen de operatividad

Por Fidel Moga

La maltrecha sanidad pública en Melilla, ciudad con el ratio de médicos más baja de España,  2,6 frente al 3,6 de media del Sistema Nacional de Salud, pone de manifiesto la brecha sanitaria existente con el resto de Comunidades Autónomas, sin que el esfuerzo y la preocupación de los Colegios de Médicos de Ceuta y Melilla, apoyado por el presidente del Consejo General de Médicos , ante la situación sanitaria que viven ambas ciudades autónomas, consigan, de  la Ministra de Sanidad, medidas urgentes para el correcto desarrollo asistencial en estos territorios, no habiéndose aportados soluciones por el Ingesa al  obviar el axioma que sin médicos no hay sanidad.

Valorar los avances sanitarios en base a las mejoras exigibles, por el mero transcurso del tiempo, de infraestructuras y equipamientos, tal y como repite como un mantra Sabrina Moh,  pone de manifiesto su total desconocimiento del sector sanitario y la falta de empatía hacia el sufrimiento de pacientes y familiares ante los procesos clínicos que padecen, los edificios y aparataje son exclusivamente medios para la atención sanitaria, pero por sí sólo carecen de operatividad, sin médicos no hay sanidad.

La Memoria del INGESA, del año 2023, sitúa a Melilla en el furgón de cola de los recursos humanos especializados para atender a los ciudadanos, frente al avance de la ciudad de Ceuta que cuenta con una plantilla orgánica en Atención Especializada  de 146 médicos por  los 131  de Melilla y en la esfera asistencial de Atención Primaria de 73 facultativos versus los 69 de Melilla, es decir, 19 facultativos especialistas menos en la Gerencia de Atención Sanitaria de Melilla que pueden justificar el aumento de los tiempos de espera para consultas externas y la demora de la  actividad quirúrgica,  y que reafirma la necesidad apremiante de facultativos, sin médicos no hay sanidad.

Sabrina Moh, en su condición de Delegada del Gobierno, debería explicar el déficit de facultativos en el Área Sanitaria de Melilla, ciudad con  85.170 habitantes  frente a los 83.117 de Ceuta, sin duda permanecerá muda, no obstante los datos son demoledores. La sanidad ceutí dispone de 3 médicos especialistas en otorrinolaringología, en Melilla figuran 2 en la plantilla orgánica aprobada el 28 de marzo de 2023, según se recoge en el Portal de Transparencia. Si no fuese suficiente el déficit de especialista, desde el 16 de febrero de 2024, se encuentra vacante la plaza de Jefe de Sección de ORL, lo que implica que un único médico debe atender a toda la población melillense en consultas externas, planta de hospitalización e intervenciones quirúrgicas, qué medidas se han adoptado para la cobertura de dicha vacante de Jefe de Sección, a la que podrían optar cualquier médico de la referida especialidad con plaza en propiedad en el Sistema Nacional de Salud, ninguna que conlleve estabilidad, ofreciendo contrato de un mes a los especialistas que se interesaron en dicha plaza vacante y que hoy ejercen en otros hospitales con una oferta laboral mas atractiva.

Como Delegada del Gobierno, Sabrina Moh debería pedir explicaciones a Omar Haouri, Director Territorial de INGESA, por la no cobertura de dicha especialidad vacante desde el 17 de enero, máxime cuando la Subdirectora Médica del Hospital Comarcal es facultativa especialista en otorrinolaringología, con una dilatada experiencia profesional en el área clínica y formación de residentes, y que con carácter excepcional  está ejerciendo la actividad médica durante 15 días al mes en concepto de guardias médicas localizadas, actividad profesional incompatible para los cargos directivos, una vez más se pone en evidencia que sin médicos no hay sanidad.

Hace unos días, la doctora Vázquez Tenorio, facultativa especialista en anestesia y reanimación, ha abandonado la ciudad de Melilla, que cuenta con una plantilla teórica de 8 facultativos, por 9 en la ciudad de Ceuta, para realizar su actividad profesional en Almería, no se ha sabido o no se ha querido retener el talento y la formación de una joven especialista, a la que se le ofrecía renunciar a la plaza ganada por oposición en el Servicio Andaluz  de Salud, en vez de articular los mecanismos administrativos existentes para continuar vinculada a INGESA. La sangría en la pérdida de facultativos es una constante y sin médicos no hay sanidad.

Los médicos, también padecen de procesos de Incapacidad Temporal, y a sus pacientes se les deben reprogramar las consultas, pero no a costa de disminuir la calidad asistencial a las que tienen derecho, y tal vez el Director Territorial, profesional de la nefrología, debería pedir explicaciones al Director Médico, cuando pretendía disminuir el tiempo de consulta de los pacientes de nefrología de 10 minutos a 3 minutos, para ser atendidos por otro especialista a los que no estaban asignados, es una mezquina práctica economicista  que choca frontalmente con la ética clínica, máxime cuando se programan consultas de tarde para la atención sanitaria con los estándares de calidad requeridos.

La sanidad melillense dispone de menos analistas clínicos, anestesistas, bioquímico clínico, cirujanos, dermatólogos, internistas, oftalmólogos, otorrinos, neumólogos, rehabilitador, traumatólogo,  médico de radiodiagnóstico, de medicina preventiva y médicos de urgencias hospitalarias, que la ciudad de Ceuta, con un número inferior de habitantes según los datos del Padrón Municipal. Si a ello unimos el menor número de médicos de urgencia de atención primaria y del servicio de urgencias y emergencias 061 en Melilla, cabe preguntarse qué futuro inmediato tiene la sanidad pública en Melilla sino se implementan medidas que hagan atractiva el ejercicio profesional en la ciudad, medidas que no pueden demorarse , aún está pendiente por implantarse la presencia física de cirujanos y traumatólogos anunciada hace 11 años por los directivos del Partido Popular y que transcurrido 6 años y medio de Gobierno Socialista aún no se ha materializado,  máxime con el déficit de facultativos en ambas especialidades, sin médicos no hay sanidad  y las infraestructuras y equipamientos son herramientas que por sí mismo no prestan servicios sanitarios a la población.

El sistema robótico Da Vinci, es un sistema para cirugía complejas, es decir, un robot para  cirugía mínimamente invasiva asistida por ordenador  con 145 instalaciones  implantadas en España de las cuales el 60% en la  sanidad pública y cuya especialidad clínica más demandada es la urología, con  un 48% de la actividad quirúrgica.

Pues bien, cabe preguntarse cómo un aparataje de más de 2.100.000€, que se recepcionó el 10 de octubre de 2023, ya se le están cambiando piezas y que al transcurrir el periodo de garantía  conllevará pagar 200.000€/anuales en concepto de mantenimiento, cuando aún no se ha puesto en funcionamiento y ni tan siquiera se conoce la fecha de inicio de la actividad quirúrgica en el Hospital Universitario, sin duda el Ilustre Colegio de Médicos de Melilla acertó en su conclusión, “ el robot Da Vinci llega condenado al ostracismo y los responsables de ello siguen en sus puestos”

Si en la especialidad quirúrgica de urología se sustenta el mayor número de cirugías robóticas, por qué no se refuerza el servicio de Urología que actualmente cuenta con tres profesionales, uno de ellos fue objeto de una campaña publicitaria, en el mes de enero de 2024, por parte de la Dirección Territorial de INGESA, como profesional estrella de primer nivel cuando no tenía ni tan siquiera el título de urólogo homologado y por lo tanto no podía operar sin supervisión del Jefe de Sección de Urología, el doctor Ríos, facultativo de  acreditada experiencia profesional, comprometido con la sanidad pública y que afronta su última etapa clínica reclamando al equipo directivo de Ingesa, un incremento del número de urólogos, no son conscientes que sin médicos no hay sanidad.

El pasado 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes, siendo España el segundo país con mayor prevalencia de diabetes en Europa, y Melilla la Comunidad con más casos de diabetes con una prevalencia del 20%, una enfermedad crónica,  cuyos pacientes tienen más riesgo de enfermar gravemente y de morir por otras enfermedades.

Los datos son elocuentes por sí mismos, la mayor prevalencia de la enfermedad de toda España y la gravedad de la patología, requieren incrementar los efectivos de médicos endocrinos en Melilla, tal y como solicitaba  el doctor David Fernández en la Mesa Redonda del Día Mundial de la Diabetes, consciente que sin médicos no hay sanidad.

La sanidad melillense requiere de un cambio profundo impulsado desde el Ministerio y el INGESA, para ello deben atender las demandas de los colegios profesionales de Médicos, Enfermería, Psicología, así como de la organizaciones sindicales y dejar de hacer patochadas propias de la escena de la película “el camarote de los hermanos Marx”, firmar a mediados de noviembre el Acuerdo de Gestión de 2024 que estable los objetivos e indicadores que debieron implementarse desde el 1 de enero de 2024, es como establecer la programación anual de un centro educativo el día de entrega de las notas a los alumnos: simplemente, una bufonada.

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