El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, aprovechó su intervención durante la inauguración del curso de verano para subrayar “el acierto” que supuso hace cuatro años apostar por este tipo de iniciativas formativas sobre el ámbito penitenciario. El objetivo, subrayó por dos veces ante un numeroso público, es que no tenga sólo un carácter temporal como curso de verano, sino que tenga “vocación de permanencia y se pueda desarrollar hacia algo más”, una idea en la que su Ejecutivo está trabajando.
También hay implicadas otras partes en ese objetivo. Una de ellas, la que representa el coordinador del curso, Juan Rafael Benítez Yébenes, magistrado de la Audiencia Provincial de Málaga y juez de Vigilancia Penitenciaria de Melilla. De él, Imbroda dijo que “fue el alma máter de estos cursos cuando se empezó, y el hilo conductor hasta hoy”, además de la “piedra angular en la que se desarrollen futuras ediciones y actuaciones de manera más permanente alrededor de Instituciones Penitenciarias”.
También destacó el “éxito” de estos cursos, que atribuyó en buena parte a Yébenes por su “entusiasmo reflejado en el trabajo y el amor a Melilla” que demuestra.
El magistrado también intervino en la inauguración para desgranar los tres pilares en los que se sustentará este curso: el concepto de la salud pública en un concepto amplio y polivalente, la sanidad penitenciaria y el derecho a la salud y conductas como los controles sanitarios en la frontera.