Monseñor Jesús Catalá trasladó ayer a los jóvenes congregados en la ceremonia religiosa que se ofició a las puertas del Sagrado Corazón en el acto cumbre del Encuentro Diocesano de la Juventud, que sigan el ejemplo de Santa Teresa de imbuirse del amor de Dios para salir a servir a los demás y es que frente a las preocupaciones de la vida, “sólo Dios basta”. Hoy regresan a Málaga los casi 300 jóvenes malacitanos que junto con el centenar de compañeros melillenses han tomado parte en este magnífico encuentro . El XXVIII Encuentro Diocesano de la Juventud se iniciaba este viernes a las doce de la noche con el desembarco de los casi 300 jóvenes malacitanos que se trasladaban, junto al obispo Jesús Catalá, a la celebración de esta reunión que por primera vez se lleva a cabo en Melilla. La delegación ha encontrado en la Base Alfonso XIII, por gentileza de la Comandancia General, donde pernoctar y almorzar en estas intensas 48 horas.
El Encuentro Diocesano en sí, se iniciaba a las diez de la mañana en el Colegio la Salle, con talleres, charlas y un retiro de oración en que tomaron parte además de los malagueños, un centenar largo de jóvenes melillenses. Por la tarde, tras el almuerzo, los expedicionarios malacitanos tuvieron ocasión se realizar, por grupos, distintas visitas guiadas por la ciudad.
Ceremonia
A las ocho de la tarde y a las puertas del Sagrado Corazón, se celebró la ceremonia religiosa concelebrada por los sacerdotes de la ciudad y encabezada por monseñor Jesús Catalá. La afluencia de público fue tal, que los asistentes coparon la calzada y casi en su totalidad la Plaza de Menéndez Pelayo.
En su homilía, el obispo de Málaga y Melilla dejó de manifiesto que en la vida, como afirma Santa Teresa de Jesús, lo importante es Dios, el agricultor que como reza la parábola en la que Cristo invita a la Humanidad a ser simiente que dé fruto o quedará apartado. Por eso monseñor animó a los jóvenes a seguir el mensaje de la santa de Ávila, que frente a las cuestiones baladíes de la vida “sólo Dios basta”. “Santa Teresa nos alienta a salir al exterior, a entrar en Dios a través de la oración y a salir con su amor a servir a los demás”.
Al término de la ceremonia religiosa, se desarrolló un festival musical en la Plaza de las Culturas, en la que se sucedieron los testimonios y la música a cargo de los peregrinos malagueños.
Hoy, a las diez de la mañana y si el tiempo lo permite, el Encuentro Diocesano de la Juventud, el primero que celebra Melilla, se realizará una oración de acción de gracias en la playa melillense, antes de encaminarse al puerto donde embarcarán rumbo a la península.
