Liberales dice el diccionario son aquellos que, “Son partidarios de la libertad individual y social en lo político, y de la iniciativa privada en lo económico”. También tenemos el que antaño decía de cada una de las disciplinas que componía el trivio y el cuadrivio. En la Edad Media, conjunto de las tres artes liberales relativas a la elocuencia (gramática, retórica y dialéctica) que, junto con el cuadrivio, constituía los estudios que impartían las universidades. Tales como, la División de un camino en tres ramales, y Punto en que estos concurren. El cuadrivio, también en la Edad Media, es el Conjunto de las cuatro artes matemáticas, aritmética, música, geometría y astrología o astronomía. Las que junto con el trivio, constituía los estudios que impartían las universidades. Sigue figurando el Punto de cruce de dos caminos. Intelectualmente, verá usted que, son bases de altos vuelos de mejores capacidades y por supuesto un conjunto que, liberalmente, no está al alcance de todos. Es además interdisciplinar y holística, o sea, que se realiza con la cooperación de varias disciplinas., junto a doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. A la vista de ello vemos que se ejerce una influencia de poder ajena a la voluntad intelectual de los pueblos, por unos pocos que, agrupados forman un Club o conjunto de clubes que a través de sus disciplinas convergen entre sí, cumpliendo con lo interdisciplinar y holístico. Influyendo de una u otra manera en la voluntad de los dirigentes que elegidos “muy democráticamente” van estableciendo las directrices salidas de tales “convergencias y uniones”, por ejemplo. El Dr. John Coleman expone en su libro editado en 1991 y traducido por T Martínez, Conspirators Hierarchy. La Historia del Comité de los 300. Lo que sigue son apéndices salteados, para no alargar demasiado este texto investigador de los conocimientos alcanzados por el escritor del libro, antiguo empleado de inteligencia. Lo que vio, le ha hecho escribir este libro, intentando poner al descubierto (dice) las fuerzas que dominan y manipulan a los gobiernos británicos y estadounidense. (Y yo pienso que, a algunos más). Dice él que, un número sin duda considerable de personas tienen el conocimiento de que los gobernantes del mundo en que vivimos no son en realidad los que manejas los hilos de la política y la economía, tanto a escala nacional como internacional. Es esta mi opinión, como lo fue con la lectura del CLUB Bilderberg, de lo que supone el no estar enterado de la existencia (aunque lo suponemos) de tales manejos de poder económico sobre el político y social a escala internacional, así como la repercusión de este a nivel nacional que, es el que más cercanamente nos importa. Sobre todo cuando se les llena la boca de “somos liberales”. Y nosotros, los votadores, les creemos por desconocimiento de causa intelectual y del fondo en cuestión que lleva tal titulación hoy en día, en modo propagandístico o marketing. Pero además ocurre que, es lo que menos se acerca a la democracia en su forma natural. Por ejemplo, tenemos que votar y votamos para que nuestra idea o tendencia representada por un partido político, gane en la carrera del número de votos. Esto es lo más natural y democrático, pero luego resulta que si no se gana por absoluta mayoría, los perdedores son los ganadores, dentro, todo ello, de un berenjenal de ideas e intereses que forman cambalaches, como un lobby (grupo de presión) o corporativismo. Hasta tal punto puede ser los juegos de presión y malversación del derecho natural democrático que, dijo Dwight Eisenhower, ya presidente de los EE. UU de América que, “En los consejos de gobierno, tenemos que tener cuidado con la adquisición de una influencia ilegítima, deseada o no, por parte del complejo militar-industrial (armamento). Existe el riesgo de un desastroso desarrollo de un poder usurpado y {ese riesgo} se mantendrá. No debemos permitir nunca que el peso de ésta conjunción ponga en peligro nuestras libertades o los procesos democráticos”. Si observamos que cualquier complejo de poder, sea armamentístico o de servicios, siempre está detrás el poder económico, enclaustrado en las finanzas y la banca, donde la clave del comercio actual y liberal entra en la Ley de la Oferta y la Demanda (y las demandas se pueden crear) se puede deducir que la política y la sociedad están sometidas a éstos intereses. Por ejemplo, ¿Cómo se puede comprender que en una democracia, que por tal se tiene, sea a su vez la que se anule a sí misma, dejando que unas minorías unidas entre sí (lobby) desbanquen a la mayoría del pueblo que, ha votado para llegar el primero a la meta, siendo su premio “la descalificación” por los tramposos? Los que incluso pueden llegar a contravenir la legalidad vigente (CiU) habiendo jugado con la legitimidad que les ha dado esa misma legalidad constitucional. Tenemos el ejemplo de HB hasta llegar a ETA… Los clubes son variados pero convergentes, ejemplo tenemos los que cita John Coleman, como son los conjurados del Club de los 300. Entre los que se tiene a los Club Iluminati Club de la Francmasonería, Club la Tabla Redonda, Grupo Milner, Club Bilderberg y termina citando al Club de Roma. Dice el libro de Coleman/Martínez que, el Club de los 300 es el nova más de las sociedades secretas. Está integrado por una clase dirigente intocable a la que pertenece la reina de Inglaterra, la de los Países Bajos, la de Dinamarca y las diversas familias reales europeas. A la muerte de la reina Victoria, dichos aristócratas llegaron a la conclusión de que la única manera de hacerse los amos del mundo era asociarse con poderosos magnates de la industria internacional, que no pertenecieran a su linaje. De esta forma, ganaron acceso al máximo poder, aquellos a quienes la reina de Inglaterra gusta de llamar plebeyos. ¿Seguimos?…
