José Ángel González Jiménez juró la semana pasada como nuevo jefe superior de Policía de Melilla en la sede del Ministerio del Interior, pero no fue hasta ayer cuando tomó posesión de manera oficial de su nuevo cargo. Un “pequeño sueño” y “una alegría”, tal y como lo definió él mismo en su discurso, que aprovechó para definir los retos que se ha marcado mientras esté al frente del Cuerpo Nacional de Policía en nuestra ciudad. Entre ellos, mejorar las cotas de seguridad que tiene ahora Melilla, un objetivo en el que se comprometió a servir “de manera permanente” y con “entrega, dignidad y lealtad”. González Jiménez dijo que en este compromiso público que asume con Melilla espera contar “con el buen hacer, la unión y la sintonía” de los hombres y mujeres que forman parte de la plantilla de la Jefatura Superior de Policía de nuestra ciudad, de los que espera trabajo en equipo “sin personalismos”, y lealtad “como bandera”. Pero también tendió la mano hacia los otros cuerpos de seguridad, la Policía Local y la Guardia Civil, a los que se ofreció para “colaborar activamente para alcanzar más techo de seguridad”.
De igual modo, aseguró que tendrá en cuenta a otros colectivos para conseguir esa meta. Por un lado, las organizaciones sindicales, cuyos responsables estaban presentes en el nutrido público que llenó la sala de la Delegación del Gobierno durante el acto, formado por las principales autoridades civiles y militares de la ciudad, así como el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y el comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, que desempeñó el mismo cargo que ahora ocupa González Jiménez hasta 2007.
A los sindicatos ofreció “contacto y diálogo permanente y sincero” con el fin de mejorar las obligaciones laborales de sus policías y crear un buen ambiente de trabajo. La idea que busca el nuevo jefe superior de Policía es que todos se sientan implicados en los objetivos marcados por Interior.
Pero González Jiménez no piensa encerrarse entre los muros de la Jefatura. Por lo que dijo en su discurso, también quiere palpar las preocupaciones de los ciudadanos profundizando en el contacto con los colectivos que integran el tejido social de Melilla, “siguiendo las estrategias de la Dirección General de la Policía”.
Ejes de actuación
Entre las directrices del Ministerio del Interior, el jefe superior de Policía subrayó la persecución del tráfico de drogas a pequeña escala en los centros educativos y de ocio. En este punto, Cosidó destacó posteriormente la “magnífica labor” que está haciendo la Policía Nacional, que en el último año ha levantado más de 6.000 actas por tenencia o consumo de droga en lugares públicos, lo que supone un aumento del 15%. Ahora el objetivo se extiende también en impedir que las organizaciones dedicadas al narcotráfico utilicen Melilla como lugar para blanquear los beneficios de este negocio ilícito.
González Jiménez también apuntó como otra de las estrategias de Interior la erradicación de los actos incívicos y vandálicos, contra los que advirtió que la Policía actuará con firmeza, especialmente contra “aquellos que pretendan alterar la normal y pacífica convivencia”. También mencionó “las innumerables formas” de la violencia familiar, en la que “será una constante” la investigación y la mejora de la atención a las víctimas.
Uno de los objetivos “primordiales” será evitar que los grupos de delincuencia organizada se implanten en la ciudad, para lo que la Policía utilizará “todo tipo de estrategias de información y análisis para detectar su implantación y, en su caso, erradicarlas”, ya que “constituyen el principal problema de seguridad para los gobiernos de las naciones en las que se asienta”.
“Espíritu positivo”
Para José Ángel González Jiménez, asumir esta responsabilidad como jefe superior supone una “renovación” de su compromiso personal con la seguridad pública, en el que lleva implicado desde que entró a formar parte del Cuerpo Nacional de Policía hace más de 30 años, en los que ha contado con el apoyo, cariño y comprensión de su familia.
Tras agradecer la confianza de sus superiores para asignarle este nuevo cargo, avanzó que quiere aportar “un espíritu positivo, superador de carencias, imperfecciones y errores”. Y en ese punto, ya dejó caer que mostrará firmeza “frente a los negativistas”, haciéndose eco de la idea reflejada por Séneca: “Yo desaconsejo a los tristes, a los que siempre se están quejando de todo, porque son enemigos de la serenidad y perturban el ánimo”.
El jefe superior de Policía se mostró ya desde ayer “como un melillense más”, y confió en poder estar a la altura de lo que todos esperan de él en esta nueva responsabilidad. No obstante, recordó que conseguir esos objetivos no depende únicamente del empeño que se ponga en realizarlo, “sino de las personas que nos apoyan y crean en nosotros”.
Dilatada experiencia
Durante la toma de posesión, Ignacio Cosidó tomó la palabra para dar a conocer algunos de los rasgos que determinan la profesionalidad del nuevo jefe superior de Policía de Melilla. Entre ellos, la “dilatada experiencia” que atesoran sus más de tres décadas de trabajo en el Cuerpo, así como la formación que ha acumulado desde su preparación inicial en la Academia General Militar y los posteriores cursos que ha realizado, uno de los últimos como especialista en gestión de recursos para la seguridad pública.
“Es un hombre de prestigio en la Policía, además de un trabajador incansable que no conoce horas. Se entrega al servicio sin ningún tipo de limitación”, subrayó el director general de Policía, que también resaltó “la especial forma” que González Jiménez tiene a la hora de ejercer el mando “desde el liderazgo”. “Es capaz de implicar a su equipo en la consecución de los objetivos comunes, mantiene una actitud de diálogo y colaboración con todo el personal que trabaja con él”, agregó Cosidó.
El director general de la Policía explicó que además de por estos factores, Interior pensó en José Ángel González para asumir las riendas de la Jefatura Superior de Policía de Melilla por otras dos razones. La primera, por su “contrastada capacidad para garantizar la seguridad ciudadana y mejorar los índices” que ahora tiene Melilla, que han bajado cinco puntos en dos años gracias al papel del anterior jefe superior, Ángel Riesco, al que quiso reconocer la labor realizada.
El otro motivo por el que González Jiménez ha pasado de Valladolid a Melilla está relacionado con la presión migratoria que sufre nuestra ciudad, donde se despliegan 150 efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), sobre los que “acumula experiencia” para ejercer “un control estricto y eficaz de la frontera”.
Éste es, en palabras de Cosidó, “uno de los principales desafíos” que el nuevo jefe superior asume en esta nueva etapa en Melilla, ya que el aumento de la presión migratoria “es una evidencia” en nuestra ciudad y garantizar la integridad de las fronteras es, además de un derecho, un deber para todos los estados.
Los mandatos de Interior
En cualquier caso, Cosidó dejó claro que el primer mandato que le ha dado al nuevo jefe superior de Policía de Melilla es, precisamente, el objetivo principal del que había hablado el propio González Jiménez en su discurso: la reducción de las tasas de criminalidad, siguiendo la senda de su antecesor, lo que permite que Melilla sea hoy “tan segura como cualquier otra ciudad española” al situarse en la media nacional. Cosidó se mostró convencido de que aquí repetirá el hito que ya consiguió en su etapa como comisario provincial en Valladolid, donde en sus ocho años de trabajo ha conseguido situar esa ciudad castellana como una de las capitales más seguras.
No obstante, incidió en que hay que hacer un “especial esfuerzo” en dos tipos delictivos que preocupan en Melilla, como son los alunizajes contra establecimientos comerciales y los robos de vehículos, que en nuestra ciudad “abundan más de lo que debe”.
Asimismo, apuntó que otro de los retos que se han marcado para José Ángel González es contribuir a que Melilla “siga siendo ejemplo de concordia e integridad para la sociedad española”, y para ello “habrá que intensificar la presencia de la Policía en zonas de más conflictividad”, donde las tasas de delincuencia son mayores y, por lo tanto, hay que conseguir que el Estado de Derecho y la Ley rijan en ellas “en toda su plenitud”, como en el resto de lugares.
En este sentido, Cosidó dijo que el nuevo jefe superior tendrá todos los apoyos necesarios del Ministerio del Interior para conseguirlo. También dijo ante todos los presentes que su teléfono y las puertas de su despacho están “siempre abiertos” porque su compromiso personal y el de la Dirección General de la Policía son “una prioridad máxima”.
El Barkani
En este punto también coincidió el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que destacó el “refuerzo policial sin precedentes” que ha llevado a cabo el Ministerio del Interior gracias al “compromiso” de este departamento hacia Melilla.
De igual modo, hizo hincapié en que su labor como delegado del Gobierno “exige el respaldo absoluto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”; el cual ha encontrado en los más de dos años que lleva al frente de la Delegación del Gobierno.
El Barkani, que saludó “con entusiasmo” la incorporación del nuevo jefe superior, defendió que “Melilla ha ganado en seguridad” en los últimos años, tal y como evidencian los datos, a pesar de que “a veces resulta sencillo crear alarma demagógica” entre la población.