El proyecto incluye, además, un tanatorio con sala de velatorio “para dar el mejor adiós a nuestro mejor amigo”, crematorio con horno incinerador y una sala con cámara frigorífica, entre otros espacios
La Ciudad Autónoma de Melilla ha anunciado que el nuevo cementerio de mascotas contará con un total de 236 nichos y un jardín del recuerdo, un espacio de homenaje a la memoria de las mascotas fallecidas.
Este último espacio es la principal novedad de un proyecto que incluye, además, un tanatorio con sala de velatorio “para dar el mejor adiós a nuestro mejor amigo”, crematorio con horno incinerador y una sala con cámara frigorífica, entre otros espacios.
El proyecto transformará una edificación que ya existe en la Granja Escuela ‘Rey Felipe VI’ en “un espacio de despedida y memoria”, según ha señalado en rueda de prensa el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza Daniel Ventura, que apunta que este camposanto contará con una entrada independiente para acceder al mismo, y que estará próxima a la Sociedad Protectora de Animales.
Por otro lado, en la parte trasera del muro donde se levantará dicho cementerio se desarrollará el columbario con sus nichos y, en todo ese espacio, el jardín del recuerdo con árboles y bancos corridos con “trazado serpenteante”.
“Esos bancos y es zona de jardín está pensado para que las familias y dueños de estas mascotas puedan meditar allí, pasar un rato con el recuerdo de su mascota”, ha afirmado Ventura, que agrega que en el futuro se explorará la posibilidad de ampliar el columbario en dicho espacio.
El proyecto, diseñado por el arquitecto Javier Moreno, está pensado principalmente para albergar las cenizas de mascotas comunes como perros y gatos.
Está previsto que el proyecto esté en licitación en dos o tres semanas y, una vez que se adjudique, el plazo de ejecución de las obras sea de aproximadamente cinco meses por lo que, según el consejero, en el verano de 2026 “tiene que estar” el cementerio.
En este sentido, ha señalado que esta infraestructura necesita ahora un servicio de mantenimiento, para atender a las familias y hacer el propio enterramiento, por lo que tienen que llevarlo a cabo “paralelamente si queremos llegar todos a la vez” solicitando las autorizaciones previas “que nos tienen que dar al respecto”.
El coste de la obra asciende a más de 300.000 euros