Hace algunos años pude leer algo insólito sobre los pulpos. Resulta que el pulpo hembra tiene la vagina en la nariz, y los machos el pene en la tercera pata, de las ocho que tiene. Si de verdad es así, con razón a los tíos sobones dicen, que son unos pulpos. Bueno, el caso es que si alguno de éstos cefalópodos, novio cariñoso, intenta “montar” a la novia, sin que ella esté preparada, y sin las debidas “nupcias” ésta, con solo torcer el gesto, de un mordisco puede que le arranque el pene que intenta introducirle, huyendo a la vez que se lo zampa entero, quedando el enamorado con las siete patas y media colgando, y además castrado. Ahora imagínense a un hombre, con su único pene, que intentara hacerle algo parecido a una mujer contra su voluntad, como algunos cabrones, cobardes violadores, y ella fuera como las hembras de los pulpos, que le arrancara de cuajo todo lo que le cuelga y se lo echara como comida a los perros, y que el resto de su vida, el hijoputa, tuviera que mear agachaíto, como ella. O que le ocurriera como al macho de la Mantis Religiosa o santa Teresa (vaya nombrecito), que como no se ande listo con las caricias, la novia, en vez de echarse un cigarrito después del kiki, se lo jala, quedándose tan pancha, la tía. Todo esto viene a cuento porque mi amigo Rafalito, recuerdo que siempre andaba el hombre, muy cabreado, y con toda su razón, porque muchos violadores salían de prisión cuando aún no habían cumplido la pena que les impusieron. A pesar de que era un hombre muy leído e instruido, él cortaba por lo sano, dejando hablar su corazón, y cerrándole la puerta a su sentido común. A mí, aparte que el mar me apasiona, el campo me encanta, y los animales de granja me producen curiosidad, como lo del huevo y la gallina, ¿cual de los dos aparecería antes?. Como sabrán y esto es otra cosa insólita: una vaca adulta, aparte de dar cientos de litros de leche al año, también produce 182.000 litros de metano, nitrógeno y dióxido de carbono, todo revuelto; sí, lo que están leyendo, son pedos, gigantescas pedorretas que lanza éste animal a la atmósfera los 365 días del año. Y yo pregunto: cómo pueden medir la cantidad de pedos que se tira una vaca durante todo un año, y cómo lo harán; porque un animal así no se está quieto un momento. El castigo impuesto a éstos canallas sería cuidar de vacas, día y noche, y sin apartarse más de un metro, y que durmiera cercano al animal, ¡ah!, y sin mascarilla. Rafalito decía que también se le practicara, diariamente, y sin avisar la hora, una proctoscopia; “palabro” que me hizo consultar el diccionario, y resulta que es algo así como un enema; o sea, que le endiñasen un lavativazo diario. Desde luego que Rafalito debió haberse leído algo de Sade, que menudo cabroncete estaba hecho aquél marquesito de los cojones. Debo aclarar que a mi amigo, éstos casos lo ponían como una moto; empezaba a dar bastonazos en el suelo, soltando cada taco que ponía rojo a cualquiera. Él decía que como estaba viejo, y su pescado ya lo tenía todo vendido, y también su cuerpo se encontraba en una cárcel con los barrotes igual de firmes como los de su espíritu, podía opinar de lo que le viniera en gana, sobre esa gentuza indeseable que viola o que practica el vicio vil de la pederastia. Pues eso, que bendito sea tu alma querido Rafalito; cualquiera te llevaba la contraria. Y ya que estamos en plan escatológico, les diré, por si no lo saben, que hay una galería de arte que se llama: “Tate Gallery”, que ha comprado un bote, que pesa 30 gramos, lleno de mierda; así, literalmente tal como suena, y nada menos que por 30.000 euros. Lo firmó a principio de los sesenta un italiano llamado Piero Manzón, su autor, que imagino serían sus defecaciones, las que están enlatadas y colocadas en vitrinas de prestigio. Y yo digo, que pagar 30.000 euros por una mierda para colocarla en una vitrina, ya hay que ser gilipollas. El título de los 32 botes conteniendo excrementos humanos se titula: “Mierda de Artista” (El País Semanal, 26/01/03, página 62). De verdad: ¿Alguien puede creerse que eso es una obra de arte?; yo creo más bien que es una mierda de arte. Si como dice Lindsay Kemp, aquí en Andalucía se vive el arte, porque realmente lo vivimos constantemente en todo lo que nos rodea, en Inglaterra y EEUU se cuelga en las paredes. El arte de mierda (literal) de éste italiano, dónde lo pondríamos, dónde colocaríamos sus latas llenas de su fulañí. Porque si ésta es su genialidad de artista pienso que lo que verdaderamente hace es cachondearse de todo el mundo mundial, vendiendo su mierda como arte, o su arte de mierda. Y para que no huelan más no se olviden de comprar el número 86 en la lotería de Caridad, o en la ONCE , y que tengan suerte. Yo, antes de comenzar a escribir, ya lo he comprado, por si acaso.