A veces ni los métodos más sofisticados superan a la naturaleza. Y eso es, al parecer, lo que sucede con las palomas cuyos excrementos contienen una sustancia que daña considerablemente fachadas y coches causando un gran trastorno en los lugares donde se aposentan. Uno de los mejores métodos para ahuyentarlas son las aves depredadoras y para ello la Ciudad Autónoma recurre a los servicios de la empresa “El quinto” para eliminar, en lo posible, el daño que las palomas causan en el inmueble de Enrique Nieto que acoge al Palacio de la Asamblea.