El decano sacó adelante ayer el segundo encuentro de la eliminatoria de cuartos de final que le enfrenta al Cáceres Patrimonio de la Humanidad y se queda a un paso de las semifinales. Los melillenses tuvieron que ponerse el mono de trabajo para, finalmente y con prórroga incluida, alzarse con la victoria por 73-71. El Melilla Baloncesto sacó adelante ayer el segundo encuentro de la eliminatoria de cuartos de final que le enfrenta al Cáceres Patrimonio de la Humanidad y se queda a un paso de las semifinales. Los melillenses tuvieron que ponerse el mono de trabajo para, finalmente y con prórroga incluida, alzarse con la victoria por 73-71.
Los dos primeros cuartos resultaron muy parecidos a los del partido del pasado viernes, con mucha igualdad y con las defensas imponiéndose claramente a los ataques, por lo que la característica de estos primeros veinte minutos fue la escasez de puntos.
Brandon Edwards había sido el encargado de inaugurar el electrónico, siendo replicado casi de inmediato por Carlos Toledo. Los locales llevaron la iniciativa en el marcador durante buena parte del primer acto, aunque la diferencia máxima que alcanzaron los melillenses fue de cinco puntos (9-4), a 5’12”, tras una canasta de Edu Hernández-Sonseca. Los de Ñete Bohigas reaccionaron con prontitud firmando un parcial de 0-7, consiguiendo así colocarse por primera vez por delante en el luminoso (9-11), después de anotar Guillermo Corrales. Los últimos puntos de este periodo los lograron Edu Gatell, Marcos Suka y el visitante Ibrahim Thomas, que cerró el cuarto con un triple (13-14).
El segundo asalto arrancaba con un lanzamiento triple convertido por Eloy Almazán, que servía para devolver el mando del marcador al decano, que se mantuvo arriba durante más de siete minutos, incluso llegando a contar con una importante ventaja de seis puntos (24-18), a algo más de cinco minutos para llegarse al tiempo de descanso. Sin embargo, los cacereños no permitieron el intento de escapada de los de Alejandro Alcoba e imprimieron un mayor ritmo al partido, consiguiendo encadenar un parcial de 0-9 (24-27), con Tomeu Rigo liderando a los verdinegros en ataque. A la conclusión de este segundo cuarto el electrónico reflejaría un ajustado, y a la vez inquietante, 29-30 favorable al cuadro extremeño. El segundo cuarto concluyó con un tiro libre anotado por Rolandas Jakstas.
Sin duda, una ligera superioridad en el rebote de los visitantes pudo ser clave (17 a 23) para que estos se fueran al intermedio por delante en el luminoso. En los triples ninguno de los dos conjuntos estuvo especialmente acertado en los primeros veinte minutos.
El paso por los vestuarios, pese a que Edu Gatell conseguía los dos primeros puntos, les pareció sentar mejor a los de Ñete Bohigas, que dominaron claramente el tercer cuarto, jugando muy serios, sin cometer demasiados errores y cerrando bien el rebote defensivo. A ello hay que unirle que los de Alcoba no encontraban la forma de anotar y que cometieron un buen número de pérdidas de balón, lo que posibilitó que el Cáceres Patrimonio de la Humanidad dispusiera en varias fases de este acto con cinco puntos de renta (31-36 y 33-38). El Melilla Baloncesto lograría, a 6’28”, ponerse de forma esporádica por delante en el electrónico (39-38), aunque los verdinegros contestaron con un 0-7 que les colocaba otra vez arriba y de manera cómoda (39-45), con José Antonio Marco y Rolandas Jakstas haciendo mucho daño, mientras que en el bando local Edu Gatell intentaba mantener a flote a su equipo. Al término de estos diez minutos se llegó con un preocupante 41-49, máxima de partido para los extremeños, tras anotar Sergio Pérez.
En el último cuarto, los cacereños acariciaron el triunfo en varios momentos. Así, primero cuando abrieron una brecha de doce puntos (41-53), aprovechando que los locales permanecieron casi siete minutos sin ver el aro. Después, cuando a falta de 3 segundos del final, y tras un triplazo de Luisma Parejo, ganaban por 64-65.
Afortunadamente, los de Alcoba, a base de corazón y orgullo, fueron capaces de remontar, siendo determinantes Josep Franch, Edu Gatell y Marcos Suka, quien situó por dos veces a los suyos por delante (60-59 y 64-62). También entre medias lo hizo el propio Gatell (62-60). De todos modos, sería Héctor Manzano el que tuvo en sus manos el triunfo, cuando, con dos décimas por jugarse, se dirigió a la línea de personal, aunque anotó sólo uno de los dos tiros libres de que dispuso, por lo que el encuentro se tuvo que decidir en la prórroga (65-65). En el tiempo extra, de nuevo equilibrio y emergiendo la figura de Eloy Almazán, decisivo con cinco puntos en el último minuto y medio (73-71).
