Los de Alejandro Alcoba se impusieron ayer de forma trabajada a un C.B. Clavijo que, aun siendo el colista de la LEB Oro, plantó cara en todo momento con un excelso Evan Yates, autor de 25 puntos. Al final, triunfo melillense por 76-68. El Melilla Baloncesto se impuso ayer de forma trabajada a un C.B. Clavijo, que, pese a tratarse del colista de la LEB Oro, plantó cara en todo momento con un excelso Evan Yates, autor de 25 puntos. Al final, triunfo melillense por 76-68.
Massine Fall sería el encargado de inaugurar el electrónico, contestando los riojanos con una canasta de Carlos Martínez y otra de Adala Moto. Desde entonces, los visitantes prácticamente mandarían en el luminoso, gozando de una máxima diferencia de siete puntos (8-15) mediado este primer acto. Los de Alejandro Alcoba cometieron muchas pérdidas de balón, aunque en defensa mantuvieron el tipo y lograron irse al término de los primeros diez minutos con el marcador empatado (19-19), tras cinco puntos seguidos de Juan Rubio -un triple y un mate culminando un contraataque-.
En el segundo cuarto, después de un inicio con bastante igualdad, los locales fueron imponiendo su teórica superioridad, con Fran Guerra y Edu Durán como principales referentes en ataque. De este modo, los azulones abrieron una brecha de siete puntos en varias fases de este periodo (36-29 y 42-35), aunque no consiguieron romper el partido, sobre todo porque no encontraban la forma de parar a Evan Yates, que anotó 12 puntos. Precisamente, con una canasta del jugador estadounidense, justo sobre la bocina, se llegó al tiempo de descanso (42-37).
El paso por los vestuarios parece que le sentó bastante mejor al decano, que incrementó su intensidad en las dos zonas de la cancha, con unos buenos minutos del base Miki Servera, bien secundado por el interior Fran Guerra. Así, los de Alejandro Alcoba conseguirían alcanzar su máxima ventaja del choque, que dejaron establecida en quince puntos (55-40), y después de un 11-0 y en menos de cuatro minutos.
Los de Jenaro Díaz sacaron la casta y el orgullo y, poco a poco, fueron acercándose en el electrónico hasta situarse a solo seis (57-51), tras un parcial de 0-9. El técnico del Melilla Baloncesto se vio obligado a parar el encuentro, dando sus frutos el tiempo muerto solicitado porque a la conclusión del tercer cuarto el luminoso reflejaba un más tranquilizador 63-53, con un tiro a tablero convertido por Dani Rodríguez que sirvió para cerrar este periodo.
En el último asalto, los melillenses no pudieron respirar tranquilo hasta el tramo final de la contienda, ya que los logroñeses nunca arrojaron la toalla, logrando que las alarmas se encendieran en el Melilla Baloncesto. No en vano, y tras una canasta de Félix Balamou, el Clavijo llegó a ponerse a dos puntos (63-61), a falta de seis minutos para la conclusión del encuentro. Afortunadamente, los azulones volvieron a mostrar su mejor cara tanto en defensa como en ataque, firmando un parcial de 7-0 (70-61), con lo que parecía la contienda totalmente encarrilada para los de Alejandro Alcoba, que supieron jugar con el marcador a favor y con el tiempo que restaba para acabar imponiéndose por ocho puntos (76-68). Diego Kapelan certificaba el triunfo de los locales con dos tiros libres anotados.