Los melillenses se vieron obligados a disputar una prórroga, en la que fueron superiores, ante un Bàsquet Sant Antoni que nunca bajó los brazos y que tiró de casta y orgullo para ponerles las cosas muy complicadas, pese a contar los de Mikel Garitaonandia con una ventaja de 22 puntos del encuentro de ida.
Objetivo cumplido. El Club Melilla Baloncesto hizo buena en el Polideportivo Sa Pedrera la renta de 22 puntos lograda el pasado domingo en el Pabellón Javier Imbroda y estará la próxima temporada en la Primera FEB. No sin sufrimiento y es que los de Mikel Garitaonandia tuvieron la soga al cuello en los instantes finales y, por suerte, acabaron disputando una prórroga en la que fueron mejores (93-76).
Los ibicencos, como se esperaba, saltaron a la cancha muy motivados y tratando desde el salto inicial de poner tierra de por medio en el marcador. Bien es cierto que era el visitante Pablo Córdoba el que inauguraba el electrónico con un triple, aunque los locales, con mucha intensidad en los dos lados de la pista, respondían con un 6-0. Los melillenses aguantaban el tipo y al ecuador la desventaja era mínima (11-9).No obstante, los de David Barrio se mostraban más acertados de cara al aro en el tramo final para situarse con un esperanzador +12 (29-17), justo al término de este primer acto. En el segundo asalto, los baleares consolidaban una diferencia por encima siempre de la decena de puntos, llegando a establecer una máxima de dieciséis (35-19) con sólo cuatro minutos disputados. Las cosas no mejoraban para los de Mikel Garitaonandia, que incluso se veía obligado a pedir un tiempo muerto a 4’ del descanso cuando el electrónico reflejaba un inquietante 42-24 (+18). Los de la ciudad autónoma, liderados en ataque por Pablo Córdoba, lograban reducir un poco las distancias aunque Jaime Llamas, con un lanzamiento de tres convertido, colocaba un peligroso 47-29 a favor del Sant Antoni al intermedio.
Tras el paso por los vestuarios, los jugadores del Club Melilla Baloncesto, como sucediera en el encuentro de ida, ofrecían una mejor versión, tanto en defensa como en sus porcentajes en el tiro. De este modo, y después de anotar Morgan Stilma desde la línea de 6’75, se situaban a once (53-42), aunque los ibicencos no arrojaban la toalla y daban otro arreón (59-43) con un parcial de 6-1. Los melillenses no sentían el golpe y respondían con un triple de Pablo Córdoba. Posteriormente, Morgan Stilma, esta vez con dos tiros libres, acercaba a los suyos a sólo nueve puntos (61-52). Los locales, arropados por una afición totalmente volcada, se marchaban al parón entre cuartos con una ventaja de +12 (65-53), todavía a diez de igualar la eliminatoria y, por tanto, de forzar la prórroga. Los visitantes no tuvieron un buen inicio de último cuarto, encajando un 11-2 en casi cinco minutos que disparaba a los ibicencos en el electrónico (76-55), encendiéndose las alarmas en las filas de Mikel Garitaonandia a los que se les iba esfumando el amplio botín que traían de Melilla. Serhii Pavlov capturaba un gran rebote, tras fallar Ezekiel Alley, y anotaba para cortar la racha tan negativa. Precisamente, Alley no fallaría poco más tarde desde el exterior para acercar al Melilla Baloncesto al objetivo del ascenso (78-60), ya con apenas tres minutos por jugarse. Daniel de la Rúa emergía en el momento decisivo para anotar cinco puntos, incluido un triple, y poner a su equipo 21 puntos arriba (83-62). Y gracias a que entre medias Ezekiel Alley había logrado anotar una canasta bastante inverosímil. Josep Peris, de nuevo, acertaba desde el 6’75 para poner al Sant Antoni a un paso de la gloria (86-62). Por fortuna, Alley tomaba la responsabilidad y replicaba con otro lanzamiento de tres (86-65). La respuesta llegó por parte de Edu Arqués (88-65) y de Isaac Mayo que, tras una pérdida de balón de Morgan Stilma y una falta a continuación de Javi García, ampliaba la renta a +24 desde el 4’60 (89-65).
El omnipresente Ezekiel Alley forzaba una falta cuando restaban once segundos y no perdonaba con sus dos tiros libres, forzando la prórroga (89-67), aunque antes sus compañeros y él tuvieron que realizar una gran acción defensiva que evitaba la derrota en la eliminatoria y, por consiguiente, el ascenso de los baleares a la extinta LEB Oro. En el tiempo extra, los de Mikel Garitaonandia fueron superiores, tanto en el juego como en el aspecto emocional, consiguiendo rebajar la diferencia final hasta los 17 puntos (93-76). Está claro que resultó clave el parcial de salida de 0-6 y también un par de errores de los locales desde el 4’60 que hubieran metido más presión a los melillenses.
Morgan Stilma fue el más destacado en las filas melillenses, con 25 puntos y 6 rebotes para contabilizar un total de 30 créditos de valoración.
