El ICL Manresa llegó al tiempo extra en dinámica positiva tras haber remontado y empatado el encuentro en los últimos compases, y eso jugó a su favor ante un conjunto melillense que acarició la victoria y había visto cómo se le escapaba. En los cinco minutos suplementarios, los manresanos se pusieron por delante y ahogaron el ataque azulón por completo. La defensa de los locales fue clave en un duelo en el que no estuvieron bien en ataque, pero en el que lo bordaron atrás. Los visitantes, por su parte, rozaron el notable en ambas facetas, pero no brillaron. Lo mejor, su acierto en los triples.
El Melilla Baloncesto perdió el primer encuentro de la final (83-76), en un duelo de idas y vueltas y en el que la defensa del ICL Manresa acabó imponiéndose al acierto exterior de los melillenses.
El decano, que llegó con ventaja a los últimos cuatro minutos del partido, veía como los locales le empataban a falta de tres segundos para el final. En el tiempo añadido, los catalanes salieron muy enchufados y consiguieron una renta de seis puntos que supieron manejar hasta la conclusión.
El choque arrancaba con igualdad en el ‘Nou Congost’, pero pronto el Melilla Baloncesto empezó a marcar diferencias, gracias a sus excelentes números en el tiro exterior, marchándose así de ocho puntos (6-14). Lundberg y Gintvainis apretaban el marcador, pero otro triple de Pablo Almazán permitía a los visitantes irse al término del cuarto cinco arriba (12-17).
El ICL Manresa intensificó su defensa en el segundo acto y, merced a ello, neutralizó la ventaja visitante hasta empatar la contienda (26-26, minuto 15), pese a no estar bien en ataque. Al Melilla Baloncesto le costaba entrar en la ‘pintura’, pero logró mantenerse con vida con dos nuevos lanzamientos convertidos desde la línea de 6’75, aunque no podía evitar que los barceloneses se fuesen al descanso con una renta de dos puntos, tras una canasta de Jordi Trías (37-35).
Ya en la segunda parte la dinámica del encuentro no cambió. El ICL Manresa defendía con uñas y dientes y secó por completo el ataque de los de Alejandro Alcoba en los primeros compases, elevando la diferencia hasta los nueve puntos (44-35). Hasta tres minutos y medio tardó el decano en anotar sus primeros puntos en este tercer periodo (44-37).
Los melillenses estaban desconcertados, pero fueron capaces de aguantar el tipo en los peores momentos, entre otras cosas, gracias a Mamadou Samb y Edu Durán (46-41, a 3’19” del final del cuarto). Cuatro rebotes defensivos y un parcial de 0-9, con un triple de Diego Kapelan incluido, colocaba de nuevo al Melilla Baloncesto por delante en el electrónico (49-50).
El ICL Manresa seguía acusando sus problemas ofensivos ante un equipo melillense que, tras reponerse de su ‘pájara’, estaba crecido y conseguía irse de cinco, a falta de 6’41” para la conclusión (54-59), obligando al técnico local a pedir un tiempo muerto. Los azulones intentaron reaccionar, pero el acierto en el lanzamiento de tres de los visitantes volvía a marcar las diferencias ante un cuadro local que continuaba sin entonarse en ataque, pero que, a tres minutos, se situaba con cuatro puntos de ventaja (61-65).
Los locales apretaron en defensa y un triple de Nacho Martín estrechaba el marcador hasta el 64-65. Los nervios iban a ser claves en una recta final de infarto. Un triple de Álvaro Muñoz ponía por delante a los manresanos a 50 segundos (68-67).
La réplica del Melilla Baloncesto la puso Mamadou Samb, con un tiro desde la línea de 6’75 de película, a solamente 15 segundos (68-70).
El entrenador barcelonés paraba el partido, en busca del empate, y lo firmaba Jordi Trías, a 3 segundos para la conclusión, forzando la prórroga.
En el tiempo añadido, los locales arrancaron mejor, abriendo una brecha de seis puntos (79-73) en los primeros dos minutos. A partir de ahí, el ICL Manresa supo gestionar el encuentro desde la defensa, durmiendo el partido para apuntarse el primer triunfo de la serie final de ascenso a la ACB. Mañana domingo se disputará el segundo duelo, otra vez con el Pavelló Nou Congost como escenario.
Diego Ocampo: “Tuvimos una gran actitud y no bajamos los brazos”
Diego Ocampo, técnico local, reconocía al final del encuentro que el de ayer no había sido un partido fácil para su equipo. “Fue una victoria muy sufrida”, incidiendo en que los suyos fallaron “tiros importantes de tres, bandejas, tiros libres…, y mientras ellos todo lo contrario. Melilla mostró más acierto en ataque, y eso les mantuvo en el partido e incluso les permitió llegar al final con ventaja en el luminoso”. Y cuando parecía que los catalanes tenían el partido perdido fueron “capaces de reaccionar y remontar, con una excelente actitud y no bajando los brazos”.
Alejandro Alcoba: “Fue un palo vernos con el partido ganado y que nos empatasen”
Por su parte, el entrenador del Melilla Baloncesto considera que la clave estuvo en los últimos tres minutos. “Íbamos arriba, pero paramos de atacar, tomamos tres malas decisiones en ataque y Manresa acertó, y a falta de tres segundos no estuvimos bien y no pudo ser”, apuntó.
De la prórroga, cree que estaba “de más hablar”, porque llegaron a la misma “muy mal físicamente y no aguantamos. Los catalanes tuvieron la claridad para llevar el partido a donde quería llevarlo. Fue un palo vernos con el encuentro ganado y que ellos empatasen. Al final, tuvimos dudas y nos faltó fuidez en ataque”.