«Toni Ten puso en aprietos al equipo de Alejandro Alcoba con un segundo cuarto muy táctico, aunque esta vez, tras el descanso, el decano supo ajustar las distintas variantes tácticas”. «Vimos a unos jugadores melillenses que, cuando le hicieron un 2×1 en el poste bajo a Oliver Arteaga, castigaron los desajustes defensivos del rival y dieron siempre un pase extra”. Interesante partido el que pudimos presenciar el pasado viernes en el Pabellón Javier Imbroda. Semanas antes avisamos de la pizarra de TAU Castelló y de su abanico de posibilidades para dibujar ‘trampas’ en la pista. Esta pizarra la vimos, fundamentalmente, en el segundo cuarto, pero esta vez el decano supo ajustarla tras el descanso.
El choque comenzaba con un Melilla Baloncesto camuflado en una defensa en zona 2-3, un detalle que los castellonenses no supieron atacar a veces e incluso con errores de juego básico. El equipo melillense, sin ser el de las últimas dos jornadas, castigaba los errores defensivos de los de Toni Ten en la simple defensa de un corte. El primer tiempo muerto se produjo, a falta de 2’34” para finalizar el primer cuarto, con el marcador de 18-13. Los levantinos tenían muchas dificultades para salir de los bloqueos, lo que los locales castigaban, pero aún así el Castelló no le perdía la cara al choque. De este modo, el primer asalto finalizaba con el resultado de 21-17.
Arrancaba el periodo táctico del cuadro visitante, en el que Toni Ten le ganó la partida a Alcoba con otro detalle de pizarra, al situar en la cancha a tres jugadores de corte pequeño como Faner, Fernández y Durán. Junto a este ajuste, posteriormente, el entrenador visitante colocó a dos ‘4’ como Uclés y Cooper. Estos movimientos de ajedrez hicieron mucho daño a los melillenses, jugando el TAU a un ritmo muy alto y, sobre todo, sacando ventajas con el ‘4’ abierto, Fede Uclés. Nos vamos al descanso con los levantinos por delante en el electrónico, 35-40. Los azulones se vieron nuevamente sorprendidos.
Tras el paso por los vestuarios, todo fue muy diferente a lo del curso pasado y el Melilla Baloncesto supo ajustar perfectamente los detalles tácticos de los castellonenses, que nos habían puesto por debajo en el marcador. Además, vimos a unos jugadores del decano que, cuando le hicieron un 2×1 en el poste bajo a Oliver Arteaga, castigaron los desajustes defensivos del rival y dieron siempre un pase extra.
Con el parcial final de 14-1 los melillenses dejaban prácticamente finiquitado el partido, con grandes sensaciones de equipo y de saber jugar una partida de ajedrez. Lo mejor de este cuarto fue la lectura ofensiva de los azulones ante la defensa visitante. En el último acto, de nuevo, los de Toni Ten lo intentaron con la misma idea del segundo cuarto, con tres pequeños y dos falsos ‘4’, pero Alejandro Alcoba ajustó perfectamente y salimos airados de un encuentro que se puso cuesta arriba al intermedio.
En definitiva, una victoria más y ahora al Melilla Baloncesto le corresponden realizar dos desplazamientos seguidos, Guipúzcoa y Huesca, partidos claves para que el decano siga creciendo como equipo y en la tabla clasificatoria.
