Los de Alejandro Alcoba sumaron ayer una nueva victoria, la decimoctava de la temporada, tras imponerse al Cáceres Patrimonio de la Humanidad por un claro resultado de 78-64. Los azulones -ayer de blanco- basaron su triunfo en la defensa, en su dominio bajo los tableros, sobre todo en el rebote ofensivo, y en el acierto en los lanzamientos de dos puntos. El Melilla Baloncesto sumó ayer una nueva victoria, la decimoctava de la temporada, tras imponerse al Cáceres Patrimonio de la Humanidad por un claro resultado de 78-64. Los melillenses basaron su triunfo en la defensa, en su dominio bajo los tableros, sobre todo en el rebote ofensivo, y en el acierto en los lanzamientos de dos puntos.
Sin duda, los locales realizaron un primer cuarto muy completo, tal y como reflejó el electrónico al término del mismo con un contundente 25-11. Los de Alcoba provocaron muchas pérdidas de balón con una gran intensidad defensiva, a lo que se unió, en ataque, un excelente porcentaje en los tiros de campo, con un 60%. Lo cierto es que los de Alejandro Alcoba llevaron siempre la iniciativa en el luminoso desde el 2-0 inicial anotado por Edu Gatell, aumentando paulatinamente la ventaja hasta los catorce que reflejó el marcador del Pabellón Javier Imbroda al final de este acto. Hay que incidir en que ya con 10-4 a favor del decano, a 6’01”, el entrenador extremeño paró el encuentro con un tiempo muerto que no le dio los frutos deseados.
Josep Franch lideró al decano en el aspecto ofensivo, con 7 puntos, mientras que en las filas cacereñas los puntos se los repartieron entre cinco jugadores, Víctor Serrano, Marco, Jakstas y Toledo.
En el segundo cuarto el guión fue casi un calco al del primero, con un Melilla Baloncesto muy superior, pese a un inmejorable arranque de los cacereños, que llegaron a situarse a nueve puntos (28-19). La reacción de los azulones -ayer de blancos- no tardó en llegar con un 6-0 de parcial, que les volvió a disparar en el electrónico (34-19), con unos inspirados Pablo Almazán y Brandon Edwards. La renta fue incrementándose hasta alcanzar el decano una máxima de partido de 18 puntos (44-26), a escasamente dos minutos de la conclusión. Un parcial de 0-5, gracias a los puntos del lituano Jaktas y de Tomeu Rigo, le sirvió a Cáceres para rebajar la desventaja al intermedio a trece puntos (44-31). El cuarto se cerraba, con el cronómetro a cero, con dos tiros libres fallados por Eloy Almazán.
El paso por los vestuarios pareció sentarle mejor a los de Ñete Bohigas, que con un mejor nivel defensivo lograron que los de Alcoba no jugaran tan cómodos. Aún así, los locales no permitieron que la desventaja bajara más allá de los ocho puntos en varias fases de este periodo (48-40, 50-42, 52-44 y 54-46). Los melillenses se mantuvieron firmes en defensa, aunque la producción en ataque disminuyó considerablemente. Al término del cuarto se llegaría, de nuevo, con una cómoda diferencia a favor de nuestro representante (59-47), tras un tiro libre convertido por Ibrahim Thomas. Víctor Serrano y Jakstas volvían a ser los que guiaban a los verdinegros en la faceta anotadora, mientras que en los de Alejandro Alcoba los más destacados eran Eloy Almazán y Asier Zengotitabengoa.
En el último acto, el Melilla Baloncesto se puso, otra vez el mono de trabajo, aceleró sus acciones y defendió con más agresividad, con lo que dio un nuevo arreón en el luminoso hasta colocarse diecinueve puntos arriba (70-51), mediado este cuarto, con un parcial de 11-4 que dejaba la contienda vista para sentencia. Los últimos minutos prácticamente sobraron, siendo ya el único interés conocer la diferencia definitiva que alcanzarían los melillenses. Al menos, los de Ñete Bohigas no arrojaron la toalla e intentaron maquillar lo máximo el resultado final de este partido, que concluyó con 78-64, después de dos tiros libres anotados por Sergio Pérez.
