El IES Rusadir celebró ayer su jornada de convivencia anual en la que logran que se impliquen los mil alumnos del centro y un centenar de profesores. Los preparativos bien merecen la pena a la vista de los resultados, en especial cuando la implicación del alumnado al sentirse parte importante de su propia educación, contribuyendo de esta forma también a una mejora de la convivencia escolar. La positividad ha sido el argumento sobre el que han girado la treintena de talleres que se han llevado a cabo a lo largo de la jornada y que ha vestido al centro de colores vivos y caras sonrientes. Manuel Janer, jefe de estudios adjunto del IES Rusadir, explicó que un año más, y ya van quince, el centro celebra su jornada de convivencia en la que se busca "trabajar en la educación de los alumnos con otros medios que los tradicionales de la educación reglada". Cada año se elige un tema sobre el que centrar el desarrollo de una amplísima programación de talleres y actividades que convierten al centro en un ir y venir de jóvenes ilusionados por mostrar al resto de los compañeros el fruto de su trabajo. En esta edición el Rusadir ha elegido la positividad como elemento inspirador de la jornada. De esta forma se ha organizado una treintena de talleres que iban desde el de yoga, pasando por el de expresión corporal, el de pintura o teatro, el de alimentación e incluso es de croché que ha dirigido por las conserjes. Los profesores se convierten en monitores de los talleres y se incentiva el contacto con el alumno, que ve al profesor como alguien cercano. De esta forma, dijo, "se logra también mejorar la convivencia en el centro".
Lo que esta jornada logra es que el alumnado se implique, sin saberlo, en su propia educación y lo importante es que tanto chicos como chicas se implican al cien por cien en la programación de la jornada, "desde los que venden camisetas para los mediadores del centro, pasando por el taller de mecánica que ha confeccionado los Oscar que vamos a entregar a los cuatro alumnos que, según el jurado, han sabido expresar mejor los sentimientos de tristeza, alegría o desagrado" en la prueba desarrollada a lo largo del día y en la que tomaron parte 28 alumnos, uno por aula. "Llevamos una semana preparando todo esto y merece la pena", afirmó Manuel Janer.
Taller de coeducación
La Viceconsejería de la Mujer quiso aprovechar el desarrollo de esta jornada para apadrinar el desarrollo de un taller dual de teatro creativo que tuvo su primera sesión el jueves con una sesión dedicada a los profesores y que se impartió en el Club Marítimo. El objetivo, "dotar a los profesores de herramientas y recursos didácticos y pedagógicos para trasmitir valores y lograr un máximo calado en los jóvenes, utilizando para ellos el teatro y los juegos, como medios dinámicos". El encargado de conducir el taller fue el profesor Alfredo Mantovani, que ayer condujo la segunda parte de este taller dual con las dos sesiones de expresión corporal que se desarrollaron en el IES Rusadir, esta vez con los alumnos.
"Desde la Viceconsejería de la Mujer estamos abiertos a hacer este tipo de actividades con distintos centros docentes porque es esencial para que los jóvenes adquieran valores fundamentales que nos ayuden a seguir avanzando en la igualdad efectiva", dijo la viceconsejera Isabel Moreno.
Por su parte Alfredo Mantovani, que apuntó que hacía treinta años que no había vuelto por Melilla y que le gustaba la ciudad que se había encontrado, afirmó que había disfrutado mucho de este taller dual, "porque estoy rodeado de profesores inquietos y motivados" como pudo comprobar en la sesión del jueves. El experto en juegos expresivos y dramatización, considera que se han cumplido los objetivos marcados por la Viceconsejería de la Mujer al proyectar el taller, porque "se han sentado unas bases interesantes para que los profesores puedan en sus clases aplicar algunas de las técnicas desarrolladas". Con los docentes se utilizó la poesía como vehículo, en concreto, obras de Lorca y Rafael Alberti. "Preparamos unas dinámicas rápidas para montar las poesías y las teatralizamos". En cuanto al trabajo realizado ayer con los alumnos, afirmó que fue "fantástico" porque "los he visto fluidos, flexibles", por lo que se mostró "muy satisfecho". Su deseo, que la actividad se pueda repetir.
Explicó que con los alumnos se han realizado actividades como juegos de roles, como por ejemplo convertirse en estatuas en las que una pareja asume el rol de profesor y el otro, el de alumno. Después, deben interpretar estos personajes. De esta forma el alumno se pone en la piel del docente. También "hemos trabajado la imaginación, algo que no utilizamos en nuestras vidas tan rutinarias". Este tipo de actividades, según aseguró, "contribuyen al desarrollo integral" de los alumnos.
