Blas Jesús Imbroda afirma que la respuesta del Gobierno central ha «desagradado» a la entidad de la que es decano, el Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, a la que se le ha negado la instalación de una oficina en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) mediante la que pretenden prestar asesoramiento jurídico. Sostiene Imbroda que este servicio ya se está prestando desde la sede del Icame, pero que su presencia en el centro de inmigrantes aportaría un «plus de calidad» al poder atender a los interesados «de forma directa e inmediata en el lugar». El decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame) lamenta la negativa del Gobierno de la Nación, que no autorizó a la entidad para que instale una oficina en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde pretende ofrecer un servicio de orientación jurídica.
«Lo solicitamos por escrito y el ministerio nos contestó diciendo que no lo consideraba necesario. Esto provocó un absoluto desagrado por parte del Icame y por parte mía», sostuvo Blas Jesús Imbroda en declaraciones a los medios de comunicación.
Según explicó, el hecho de que otras organizaciones, como Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ya estén presentes en el CETI no justifica que no lo pueda estar también el Colegio de Abogados.
«Se están creando servicios de orientación jurídica en los CIEs», agregó Imbroda.
Asesoramiento ‘in situ’
Afirmó que el Colegio de Abogados ya está prestando este servicio a personas extranjeras desde la misma sede de la entidad. Sin embargo, la habilitación de una oficina en el CETI supondría un «plus de calidad» en cuanto a que la asistencia se podría prestar de forma «directa e inmediata en el lugar», defendió el decano.
Imbroda aclaró que esta negativa, que le «parece fatal», llegó hace unos meses. Sin embargo, tras solicitar y recibir el apoyo de la Ciudad Autónoma de Melilla, desde Icame esperan que el ministerio se replantee su postura.
«No vamos a parar de intentarlo», sostuvo Imbroda, porque la presencia en el CETI sería «algo absolutamente positivo».
