“Nos están tomando el pelo en nuestras propias narices y encima quieren que nos lo creamos”.
Con esta contundencia se ha referido el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, a la segunda expedición comercial que se desarrolló este martes por la aduana hacia Marruecos con una furgoneta cargada con productos de automoción.
El número dos del Ejecutivo melillense califica de “sonrojante” que se celebre el pase de una segunda furgoneta con mercancía hacia el país vecino teniendo en cuenta las miles de expediciones que se han llevado a cabo por la aduana hasta su cierre unilateral por parte de Marruecos el 1 de agosto de 2018.
“No hay que probar nada porque el tránsito de mercancías a un lado y otro de la frontera se viene realizando en nuestra ciudad desde antes de la independencia de Marruecos en 1956”, ha asegurado Marín, que apuesta porque “se deje todo como estaba antes del 1 de agosto de 2018”, momento en el que Rabat cierre sin previo aviso la aduana comercial.
Pide que dicha reapertura se produzca, además, “en igualdad de condiciones sin impedimentos de Marruecos a determinados productos, sino que sea el propio mercado el que determine qué productos pueden pasar y cuáles no”.
“La oferta y la demanda es la que debe decidir qué productos entran y cuáles no”, ha resumido, agregando que “si el mercado dice que se comercialice cualquier producto tendrán que llevarse a cabo esas relaciones comerciales en los términos en los que decida el mercado y no en los que decida” el país magrebí.
Régimen de viajeros
Más allá de la aduana, Marín lamenta que de “lo que nadie habla” es del tránsito de mercancías en régimen de viajeros, “que es igual o más importante si cabe” que la aduana “por lo que afecta al tejido económico de la ciudad”.
“¿De eso nadie habla? ¿Se sigue permitiendo que venga a Melilla productos procedentes de Marruecos en régimen de viajeros y desde Melilla no se permita que pase al otro lado de la frontera nada? ¿Ni un botellín de agua ni yogurt? ¿Pero esto qué es?”, ha preguntado indignado, denunciando que el Gobierno central “no diga nada” al respecto.
En definitiva, el dirigente popular exige a Delegación que “dejen de tomarnos el pelo, que repongan la situación anterior al 1 de agosto de 2018 en la frontera, y que se exija la permisibilidad del tránsito de mercancías en régimen de viajeros”.