El Plan, que recoge 92 medidas en 33 líneas de acción, fue calificado por Almansouri como “ambicioso y disruptivo” y que pretende cambiar la fisonomía de la ciudad a diez años vista con una planificación a corto, medio y largo plazo
El Gobierno de Melilla sacó ayer adelante en solitario el Plan Estratégico de la ciudad hasta 2029, poniendo fin, de esta manera, a un trabajo de participación y elaboración que se ha extendido durante cerca de tres años, desde prácticamente el inicio de esta legislatura. Los tres socios de Gobierno (Coalición por Melilla), PSOE y Eduardo de Castro, así como el expresidente de Vox, Jesús Delgado, votaron a favor del Plan Estratégico de Melilla, frente al voto en contra de los dos partidos de la oposición, el PP y Vox.
La consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, justificó la necesidad de este plan para planificar las cuestiones prioritarias que necesita Melilla a 10 años vista, con unos objetivos marcados “sin entrar en improvisaciones”, marcando una planificación de los fondos estratégicos y dando respuesta a la situación provocada por el anterior modelo económico, “totalmente caducado”.
Según explicó, abarca medidas que afectan a las personas, las empresas, la administración y el “sostenimiento vital y territorio” de Melilla, todas ellas surgidas de un proceso de participación que empezó a finales de 2019 que contó no solo con los partidos de la Asamblea, sino también los agentes sociales y económicos y otras administraciones.
Para Almansouri, es necesario este Plan Estratégico para mejorar la imagen que Melilla proyecta al exterior con “cuestiones en positivo” como su riqueza cultural, la historia y la lengua, entre otras, aspectos que no aparecen entre las búsquedas de la ciudad en los buscadores de Internet.
Del mismo modo, este documento analiza el modelo productivo con sus debilidades, entre ellas, la falta de suelo, de infraestructuras turísticas y sector primario e industrial; y sus fortalezas, entre las que ha mencionado la situación estratégica de Melilla entre dos continentes, la amplia mano de obra, las “comunicaciones potentes” y las ventajas fiscales para la implantación de empresas.
Más de 90 medidas
En total, el Plan Estratégico recoge 92 medidas en 33 líneas de acción, organizadas en ocho programas y ocho operaciones estratégicas y que la consejera ha calificado como “ambicioso y disruptivo” y que pretende cambiar la fisonomía de la ciudad a diez años vista con una planificación a corto, medio y largo plazo.
“Eso es lo que les faltó a ustedes”, criticó Almansouri al PP, en alusión a sus casi dos décadas de Gobierno, al tiempo que le afeó que no apoye el Plan Estratégico a pesar de que recoge las medidas que propuso dicha formación política en las mesas de trabajo en las que participó.
“Una puesta en escena”
Donoso justificó el rechazo del PP al Plan Estratégico porque, según dijo, este documento “no reconoce la Melilla real, sus problemas y las soluciones” que necesita.
“Esto no es verdad, es una puesta en escena que está bien si quieren hacer teatro para resolver la imagen ante la opinión pública, pero no nos pidan que hagamos de comparsa”, argumentó Donoso respecto a la incredulidad del PP hacia el Plan Estratégico, del que dijo que “su credibilidad es cero”.
No en vano, reprochó al Gobierno que “no fue capaz” de hacer un programa de legislatura en 2019, y menos aún desarrollarlo y llevarlo a cabo, por lo que el PP cree que ni el propio Ejecutivo se cree que pueda desarrollar a siete meses de las próximas elecciones lo que refleja el Plan Estratégico.
Se trata, a juicio del PP, de un intento del Gobierno “para limpiar su conciencia de la destrucción” que, según dijo, ha llevado a cabo en este mandato respecto a los proyectos “que tengan el pecado capital de que sean del PP”, procedentes de la anterior legislatura.
En definitiva, Donoso razonó que el PP vote en contra del Plan Estratégico para “no ser cómplice de lo que está haciendo este Gobierno” con su “terrible gestión”, que calificó como “muy grave”: “Llevan tres años saqueando todo lo que han encontrado a su paso”, aseveró.
Confrontación
Eso ha provocado, en palabras de la diputada popular, una situación actual en la que “Melilla agoniza” mientras los miembros del Ejecutivo “viven en una confrontación política” que se extiende también a las relaciones con la Delegación del Gobierno, algo que, según dijo, no genera “un ápice de confianza” entre los inversores.
Para Donoso, eso evidencia que al Gobierno, en realidad, no buscaba el apoyo del PP para este Plan porque “no han encontrado el acuerdo ni siquiera entre los propios socios”, lo que se une al hecho de que el PSOE haya rechazado en las Cortes Generales iniciativas para el interés general de Melilla, algunas defendidas por los parlamentarios nacionales del PP, “sin que CPM haya dicho nada” al respecto.
La consejera de Hacienda replicó a Donoso reprochándole que su exposición haya sido “un mitin político” en lugar de entrar a debatir algunas de las medidas, lo que cree que evidencia que “ni se las ha leído”, siendo el grupo mayoritario de la Asamblea con 10 diputados.
Almansouri y Donoso, las únicas en participar en un debate con el doble de tiempo de turno de palabra
El debate previo a la aprobación del Plan Estratégico de Melilla hasta 2029 estuvo protagonizado únicamente por la consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, y la diputada popular Esther Donoso. Nadie más intervino, salvo para expresar el sentido del voto de cada grupo, al contrario de lo que sucedió en el resto de los puntos del orden del día.
Tanto Almansouri como Donoso contaron con el doble de tiempo en sus turnos de palabra a petición de la propia consejera ante la Mesa de la Asamblea y la Junta de Portavoces, que se reunieron brevemente en el mismo Salón de Plenos poco antes de que comenzara la sesión.
Donoso, al empezar el debate, se quejó porque dicha ampliación de tiempo de debate no había sido comunicada con antelación para haber preparado una exposición más extensa. Sin embargo, terminó agotando todo el tiempo en sus dos turnos, algo que Almansouri le hizo ver para rebatir la crítica inicial de la diputada popular.
