El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, llegó ayer por la tarde a Melilla, después de viajar a Ceuta, aunque la agenda oficial de esta visita, la cuarta de la legislatura, no empezará hasta hoy bien temprano. Su primer acto es una reunión con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, quien avanzó ayer que pedirá al ministro un aumento de las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, como mínimo de medio centenar efectivos cada una, así como la apertura de un nuevo paso fronterizo para aliviar la presión que existe sobre los que ya hay. Imbroda, a preguntas de los periodistas, recordó que la petición del paso fronterizo ya se la hizo al ministro meses atrás y éste la asumió "y dijo que sí", aunque sería necesario iniciar una serie de conversaciones con Marruecos para ver su disposición ante este asunto. "Quiero saber mañana cómo va este asunto", explicó ayer el mandatario local, cuya intención es que el nuevo paso fronterizo esté situado entre el del Beni-Enzar y el de Barrio Chino y se pueda utilizar para el paso de mercancías.
Otro de los "aspectos fundamentales" de la reunión que mantendrá a primera hora con el ministro es la posibilidad de incrementar las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, "tal y como está prometido ya", y que sea de un mínimo de medio centenar cada una. "Espero que eso tenga fecha ya y se sepa", dijo.
Al igual que ayer en su visita a Ceuta, Fernández Díaz estará acompañado en este viaje por la directora general de Política Interior, Cristina Díaz Márquez. Tras su reunión con Imbroda, visitará el puesto fronterizo de Beni-Enzar, recorrerá el perímetro y presidirá la inauguración de la Oficina de Protección Internacional de Melilla acompañado de la representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en España (ACNUR), Francesca Friz-Prguda. Después, se reunirá con los mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional de Melilla y con el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani.
"Un paso enorme"
El ministro, ayer en Ceuta, destacó que las Oficinas de Protección Internacional que se han habilitado en las dos ciudades autónomas supone "un paso de enorme significado a la hora de facilitar el acceso al procedimiento internacional en frontera y dar cumplimiento a la normativa en materia internacional y europea".
En las Oficinas de Protección Internacional de Ceuta y Melilla se realizará una identificación de aquellos inmigrantes que pudieran ser potenciales solicitantes de protección internacional. Todo ello siempre con asistencia de abogado e intérprete, lo que constituye una de las garantías del sistema de protección internacional. De este modo, estos inmigrantes podrán formalizar su solicitud ante las autoridades al cargo del puesto fronterizo (Policía Nacional), solicitudes que se resolverán, como sucede hasta ahora, desde la Oficina de Asilo y Refugio también dependiente del Ministerio del Interior.
Con este proyecto, el Gobierno da respuesta a la singularidad de Ceuta y Melilla, fronteras que vienen registrando en los últimos años una fuerte presión migratoria derivada de su condición de únicas fronteras terrestres de la Unión Europea con el continente africano. La iniciativa refuerza las garantías del sistema de protección internacional y permite un mejor cumplimiento de las exigencias de la normativa internacional. En este sentido, el ministro del Interior ha subrayado que con la apertura de estas Oficinas "España reafirma su firme voluntad y compromiso con la defensa de los derechos humanos y el respeto a la legalidad internacional".
La puesta en marcha de las Oficinas de Protección Internacional de Ceuta y Melilla ha requerido tanto una inversión en instalaciones (a fin de proporcionar, en los recintos fronterizos, el espacio necesario y una infraestructura que permita una adecuada recepción, formalización e inicio de la tramitación de las solicitudes), como de recursos humanos, ante la necesidad de reforzar el personal que preste atención a los solicitantes para informar y tramitar las solicitudes, proveer la dotación necesaria de intérpretes y adecuar las necesidades de personal instructor de las solicitudes por parte de la Oficina e Asilo y Refugio.