El Gobierno de Melilla negó ayer que haya incurrido en una vulneración del honor de la exvocal de la Ciudad Autónoma en la Autoridad Portuaria, Jadu Dris, cesada días atrás por “pérdida de confianza” después de que su nombre apareciera en una parte del sumario de la Operación Montecristo por una conversación con una de las siete personas detenidas en este caso, Nieves Vida. Además, el Ejecutivo local cree que hay varias contradicciones en las declaraciones que Dris hizo el miércoles para expresar su punto de vista sobre lo ocurrido. El portavoz de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, dejó claro ayer que no tiene intención de polemizar con Jadu Dris y que en la comparecencia en la que informó de su cese como vocal del Puerto, únicamente se limitó a comunicar este hecho “a preguntas de un medio de comunicación”, sin hacer ningún juicio de valor ni valoraciones.
También consideró que no puede haber polémicas en cuanto a la pérdida de confianza esgrimida por el Consejo de Gobierno para acordar el cese en un puesto de confianza, que “se tiene hasta que se deja de tener”, e insistió en que el Ejecutivo no ha acusado a la exdiputada de la Asamblea de cometer ninguna irregularidad.
A su juicio, Jadu Dris ha incurrido en varias contradicciones, como su acusación al Gobierno de haber vulnerado su honor. En cualquier caso, dejó claro que vulneración al honor “es la que han sufrido muchos miembros del Gobierno y del PP y sus familiares en este tiempo” por parte del “grupo criminal” que, según indica la Guardia Civil en el sumario de la Operación Montecristo, existía alrededor del perfil de Lisbeth Salander en las redes sociales por revelar actuaciones declaradas secretas.
Según Conesa, Jadu Dris también se contradijo anteayer al criticar al Gobierno que la cesó porque “sería igual de malo cuando la nombró” vocal en el Puerto en el año 2007. También al afirmar que se la ha cesado por ser “incómoda” para el Ejecutivo pese a que ella misma reconoció que sus votos y manifestaciones en el Consejo de Administración fueron libres porque así lo exigió cuando le ofrecieron ser vocal de la Ciudad Autónoma en el Puerto.
La comparación con PPL
Asimismo, rechazó la versión de Dris cuando criticó que el Gobierno la cesara cuando no está implicada en la Operación Montecristo y sin embargo no haya hecho lo mismo con sus socios de Populares en Libertad (PPL), aun cuando éstos han reconocido haber tenido una relación inicial con Lisbeth Salander.
Según Conesa, “no son cosas comparables” y, además, PPL ha reconocido de forma explícita a través de su presidente, Ignacio Velázquez, que cometió un error al colaborar con “un grupo de personas que se han dedicado a calumniar” y a filtrar informaciones de actuaciones judiciales que en determinados momentos eran secretas.
El portavoz de la Ciudad Autónoma insistió en la gravedad de los hechos que se investigan en la Operación Montecristo, en cuyo sumario se señala como supuestos responsables de las filtraciones a funcionarios como un guardia civil de la Policía Judicial de la Comandancia de Melilla “con nombres y apellidos”, trabajadores de la planta judicial de la ciudad y unidades como la UCO.
“No acuso a nadie, pero que haya funcionarios que pudieran participar en una investigación policial y judicial y se dediquen a filtrar actuaciones es muy grave”, dijo Conesa. No en vano, recordó que se trata de un delito de revelación de secreto, que “para un funcionario es gravísimo, y todavía más en funcionarios de las cuerpos de seguridad”.