El Gobierno de Melilla ha criticado que el Ejecutivo nacional deje fuera del reparto de menores extranjeros no acompañados a Cataluña y el País Vasco, “las comunidades más ricas de España”, mientras la Ciudad Autónoma “sigue padeciendo una deuda de 120 millones” por la atención a estos menores migrantes.
A preguntas de los periodistas, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, ha lamentado que el Gobierno de España “hace caso omiso” a su petición para que incremente la dotación económica que destina a Melilla para atender a los menores que acoge, insuficiente y que ha generado esa deuda en los últimos años.
Lejos de asumir esa reivindicación del Gobierno de Melilla, el Ejecutivo de España “ha excluido del reparto de menores a País Vasco y Cataluña, cuando son precisamente dos de las comunidades más ricas y con más recursos del país”, lo que en palabras de Marín es “una paradoja” y se debe a un intento de Pedro Sánchez de “mantener el sillón”.
A su juicio, también es una muestra de que el Gobierno nacional carece de una política migratoria no solo en el caso de los menores, sino también en el de los adultos, lo que ha atribuido a que su presidente “ha ido dando bandazos y cambiando de opinión”.
Por ello, ha insistido en que “Sánchez está llevando a cabo una política errática en materia migratoria” al establecer “territorios privilegiados para que le sigan manteniendo unos meses más en Moncloa”, aunque cree que “más que política errática, no tiene política migratoria, que es peor”.
