La ciudad autónoma recibirá esta partida como parte de un crédito extraordinario de 22 millones aprobado por el Consejo de Ministros para 2025
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la distribución de 22 millones de euros en concepto de crédito extraordinario para reforzar los sistemas de acogida de menores migrantes no acompañados en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. De esta cantidad, Melilla recibirá 4,5 millones de euros durante el ejercicio de 2025.
Según ha informado el Ministerio de Juventud e Infancia, dirigido por Sira Rego, estos fondos están destinados a garantizar la atención inmediata, la acogida y el cuidado integral de niños, niñas y adolescentes migrantes que llegan solos a España, así como a facilitar su escolarización, inserción sociolaboral e inclusión social.
El reparto del crédito extraordinario queda distribuido de la siguiente forma: Canarias recibirá 8,5 millones, Ceuta 7 millones, Melilla 4,5 millones y, por primera vez, Baleares accederá a esta ayuda con una dotación de 2 millones de euros.
Reconocimiento al esfuerzo de los territorios de llegada
La ministra Rego ha destacado el “sobreesfuerzo que realizan los territorios de llegada” como Melilla en la atención a menores migrantes no acompañados, y ha defendido que con este crédito “se apoya a comunidades y ciudades autónomas que asumen una presión material y presupuestaria especialmente elevada”.
Además, ha señalado que esta medida forma parte del impulso al desarrollo del Real Decreto-ley 2/2025, que busca establecer “una acogida solidaria, digna y vinculante” a estos menores, destacando que “la migración es una cuestión de país y debe abordarse como país”.
Próxima reunión en la Conferencia Sectorial
El Ministerio ha anunciado también la convocatoria de una nueva Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia, prevista para el próximo jueves 17 de abril, en la que se planteará este reparto para su ratificación definitiva por parte de las comunidades y ciudades autónomas.
Con esta medida, el Ejecutivo central pretende reforzar los sistemas de protección y acogida de los territorios con mayor presión migratoria, como es el caso de Melilla, que continúa recibiendo menores en situación de vulnerabilidad y requiere recursos estructurales sostenibles para garantizar su atención integral.
