El filial del Melilla Torreblanca F.S. puso este domingo el punto final a una notable temporada con un empate (3-3) ante la U.D. Azuqueca F.S., finalizando en la octava posición con 45 puntos y asegurando la permanencia con bastantes jornadas de antelación. Más allá del resultado, el equipo cerró el curso con un encuentro cargado de emoción, entrega y momentos para el recuerdo, tanto en la pista como fuera de ella.
El último partido de la temporada fue un auténtico espectáculo. Desde el inicio, el conjunto visitante se encerró en su campo, esperando su oportunidad al contragolpe. Así llegaron los dos goles del Azuqueca, en los minutos 12 y 16, obra de Miriam y Andrea.
El equipo melillense, pese al dominio y las constantes transiciones ofensivas, se marchó al descanso con el marcador en contra.
Gran segunda parte
Pero la segunda parte fue otra historia. El filial reajustó su disposición táctica, ganó profundidad por las bandas y buscó con inteligencia el área rival. Así, el esfuerzo se tradujo en el empate con los goles de Ibuki (22’) y Sonia (24’), en apenas dos minutos que cambiaron la dinámica del duelo. El desgaste físico comenzaba a notarse, pero el equipo no bajó el ritmo. En el 32’, Fernanda Larisa completó la remontada con el 3-2 en una jugada llena de garra.
Sin embargo, a falta de 1’24” para el final, el conjunto de Guadalajara jugó con portera-jugadora y logró el empate definitivo por medio de Mireia, en un desenlace de alta emoción, pero el resultado hizo justicia a un partido vibrante, digno de cierre de temporada.
Tras el encuentro, el club procedió a la entrega de trofeos de fin de temporada, en un acto presidido por su máximo responsable, Rafa Torreblanca, y el emblemático Jesús Ramos ‘Chapiri’. Todas las jugadoras recibieron un pequeño trofeo en reconocimiento a su implicación y pasión durante toda la temporada, acompañados de galardones individuales que destacaron valores clave del grupo.