La Semana. MH, 15/12/2025
Por: J.B.
Debido a su importancia y relevancia, presente y futura, el discurso de aceptación del Nobel de la Paz, pronunciado por Ana Corina Sosa, hija de la premiada (con innegables méritos, salvo para algunos descerebrados, fascistas- estos sí- o amigos de dictadores), María Corina Machado, se debe de catalogar como “la carta”, a la altura, al menos, de cualquier constitución de un país democrático.
Es un grito (“la carta”) que debería avergonzar a muchos dictadores o aprendices de dictador como, por ejemplo, nuestro narcisista, mentiroso y hurtador de libertades presidente, llamado Pedro.
Reconozco haber soltado alguna lágrima (con los años me voy haciendo más sensible) al leer el discurso completo. Es un canto a la libertad, a la lucha, a rebelarse contra el populismo, a no valorar el supuesto carisma de cualquier líder por encima de los valores, etc. Es un grito que debería avergonzar a muchos dictadores o aprendices de dictador como, por ejemplo, nuestro narcisista, mentiroso y hurtador de libertades presidente, llamado Pedro (Pedrito, Pedrete,… lo hubiese llamado Jose María García en sus mejores tiempos) Sánchez Pérez-Castejón.
Escribo su nombre completo para que no se nos olvide en el futuro. Pasará a la historia (como él quería) cuando sea botado (que significa lo mismo que expulsado a patadas) de la Moncloa y muy posiblemente también juzgado por delitos varios (presunta y probablemente cometidos por él y sus secuaces). Su nombre y apellidos serán recordados por los siglos de los siglos como un (presunta y probablemente) corrupto, un mentiroso, un amigo de dictadores y, sobre todo, por ser el culpable de que España haya retrocedido a una crispación que parecía superada con la transición.
Volviendo a “la carta”, me permito reproducir algunos pasajes que a la vez animan y hielan la sangre:
“De España heredamos una lengua, una fe y una cultura que se hermanaron con nuestras raíces ancestrales indígenas y africanas”. Sánchez, Zapatero y sus esbirros parecen haber olvidado todo esto y apoyan con acción y/u omisión al régimen de Maduro.
“En 1811 escribimos la primera constitución del mundo hispano, una de las primeras constituciones republicanas de la Tierra”.
Quisieron que los venezolanos desconfiáramos unos de otros, que nos calláramos, que nos viéramos como enemigos” (¿No les recuerda a la política sanchista?)
“Cada ser humano posee una dignidad soberana. Esa constitución consagró la ciudadanía, los derechos individuales, la libertad religiosa y la separación de poderes”.
“Desde el principio creímos en algo tan simple como inmenso: que todos los seres humanos nacen para ser libres. Esa convicción se convirtió en el alma de nuestra nación”.
“También fuimos refugio. Abrimos los brazos a migrantes y exiliados de todos los rincones del mundo: españoles que huían de la guerra civil, italianos y portugueses escapando de la pobreza y las dictaduras, judíos que dejaban atrás el Holocausto, chilenos, argentinos y uruguayos que huían de los regímenes militares, cubanos que repudiaban el comunismo”.
“La libertad no es algo que debamos esperar, sino algo a lo que debemos dar vida”
“La riqueza petrolera no se usó para liberar, sino para someter”
“La concentración total de la renta petrolera en manos del Estado generó incentivos perversos y le dio al poder gubernamental un control inmenso sobre la sociedad, que terminó traduciéndose en privilegios, clientelismo y corrupción”.
“La economía colapsó más de un ochenta por ciento”.
“Quisieron que los venezolanos desconfiáramos unos de otros, que nos calláramos, que nos viéramos como enemigos” (¿No les recuerda a la política sanchista?).
“Nos asfixiaron, nos encarcelaron, nos mataron, nos empujaron al exilio”
“La migración forzada, que buscaba fracturarnos, terminó uniéndonos en torno a un propósito sagrado: reunir a nuestras familias en nuestra tierra”.
“Nuestro dolor se unió en un solo latido: traer a nuestros hijos de regreso a casa”.
“El amor venció al miedo”
“El coraje venció a la opresión”
“Frente a la irrupción de nuestra victoria abrumadora, el régimen emitió una orden desesperada: los soldados debían expulsar a nuestros testigos de los centros de votación”.
“Pero los soldados desobedecieron. Edmundo González ganó con el sesenta y siete por ciento de los votos, en cada estado, ciudad y pueblo”.
“La dictadura respondió aplicando el terror. Dos mil quinientas personas fueron secuestradas, desaparecidas o torturadas. Marcaron sus casas, tomaron a familias enteras como rehenes”.
“La libertad se conquista cada día, en la medida en que estemos dispuestos a luchar por ella”.
“Porque, al final, nuestro viaje hacia la libertad siempre ha vivido dentro de nosotros. Estamos regresando a nosotros mismos. Estamos regresando a casa”.
“A los periodistas que se negaron a callar. A los artistas que llevaron nuestra voz al mundo. A mi equipo extraordinario, a mis maestros, a mis compañeros activistas políticos y sociales. A los líderes del mundo que nos acompañaron y defendieron nuestra causa”.
Estamos en el mismo camino que recorrió Venezuela y no muy lejos de caer en las garras de otra dictadura de fascistas de izquierdas.
España, como Melilla (por otras razones), en peligro
No nos descuidemos. ¡Luchemos por nuestra libertad! ¡Basta ya de ser corderitos que se contentan con migajas a cambio de ser esclavos! Estamos en el mismo camino que recorrió Venezuela y no muy lejos de caer en las garras de otra dictadura de fascistas de izquierdas. ¡Abramos los ojos!
