Benigno Pendás, catedrático de Ciencia Política en la Universidad CEU y Director del CEPC, ha pronunciado tres clases magistrales los días 7, 8 y 9 de marzo en Caixaforum de Madrid bajo el título: “Sociedad abierta y democracia constitucional: realidades y perspectivas”.
El programa trató en primer lugar sobre los protagonistas clásicos de la democracia parlamentaria (los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial) a los que el profesor incorporó, como protagonistas complementarios, a los partidos políticos y a los medios de comunicación en sus diversas manifestaciones, escrita, TV y ahora las redes Internet.
El segundo tema versaba sobre “los nuevos antagonistas: el dilema de las clases medias”, sobre los que centramos esta nota, cuyo análisis resultó muy interesante por la profundidad de sus razonamientos en relación al cambio de grupos sociales que han protagonizado la política y, el tercer tema trató sobre los “Estados soberanos en la sociedad global: la Sociedad internacional del siglo XXI”.
En la exposición del “dilema de las clases medias” dijo los grupos sociales protagonistas de la historia política desde la Ilustración han sido: la burguesía, el proletariado y las clases medias. La burguesía fue el motor constitucional en América del Norte y en los países de Europa desde la revolución francesa. A finales del siglo XVIII la burguesía impulsó el constitucionalismo para reconocer expresamente los principios de libertad e igualdad individuales, dignidad de la persona y división de poderes. La Constitución americana comienza con “We the people…” y la revolución francesa de 1789 utilizó como lema “libertad, igualdad y fraternidad”. Los revolucionarios franceses fueron, esencialmente, el denominado “tercer estado” o pueblo llano (que incluía la burguesía, el campesinado…) que durante el antiguo régimen no tenían privilegios jurídicos ni fiscales frente a los que gozaban la nobleza y el clero. Sieyés decía, antes de la revolución de 1789, que el tercer estado era “el cuerpo vivo de la nación”, esencia de la soberanía nacional.
También se refirió, con la admiración propia de un liberal, como se autocalificó el conferenciante, a la primera Constitución española, la Constitución de Cádiz de 1812, que siguió la estela de la constitución francesa incorporando la división de poderes y el reconocimiento de la dignidad de la persona y libertad, especialmente la de prensa. El segundo grupo social protagonista de la historia ha sido el proletariado, esencial en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels en el que, estos autores, reconocieron el gran impulso político constitucional efectuado por la burguesía. Fue el Manifiesto comunista el que en el siglo XIX configuró la idea del proletariado como grupo de personas necesitados de derechos laborales y de protección pública total a alcanzar a través de la lucha de clases.
Finalmente, la clase media apareció en paralelo a la expansión del Estado de Bienestar del siglo XX, impulsado por los ingresos públicos del modelo de libre mercado, pero que la social-democracia se atribuye como mérito exclusivo. Tras la etapa de explosión del estado de bienestar ha surgido una grave crisis económica desde 2007 que está afectando a la clase media habiendo coincidido con una crisis de valores en la sociedad.
¿Cómo se define la clase media? No cabe dar una horquilla económica que la delimite y que será distinta según el lugar; pero afirmó Pendás que la clase media es cuantitativamente la más amplia, respecto a los ricos y a los pobres. Igual cabe decir del umbral de pobreza que sería distinto según los continentes y países. Pero lo que es una realidad es que en muchos países europeos y en USA, la clase media acumula valores de convivencia y educación y grandes facilidades de vida.
Desde principios del siglo XXI la crisis económica y de valores ha reducido el número de personas de la clase media en los países europeos e incluso de USA lo que calificó como “el declive de las clases medias”. De ahí ha surgido “la indignación” de los grupos populistas, a pesar del buen nivel existente de estado de bienestar, que se ha extendido a través de las redes mediante las críticas a las instituciones y desprecio de la democracia parlamentaria y del modelo de convivencia social y económico en libertad. Dijo, acertadamente, que la sociedad occidental no ha vivido nunca mejor que ahora y que la desigualdad económica ha existido siempre; no es algo nuevo y, precisamente, en el siglo XXI, en occidente, es cuando hay menor desigualdad entre las personas que tienen reconocido el valor de la dignidad y la libertad y viven con un aceptable nivel de justicia y democracia.
Afirmó que no hay soluciones contra este ambiente de irritación pero que pueden adoptarse medidas para ir en la buena dirección; que no son los ricos los culpables, pues no hay ánimo alguno de dañar a nadie y que no es adecuado intentar evitar la irritación mediante la atribución de una renta universal, que sería un error y que además no discriminaría entre viejos, jóvenes, niños, o entre personas enfermas o no.
Así, lo que procede es hacer que funcione el Estado de bienestar de forma suficiente para que la clase media conserve el protagonismo pues el populismo radical y comunista no aporta ninguna solución y es garantía de pobreza, dictadura y quiebra social mediante el enfrentamiento: gente-casta, el desprecio de las instituciones y la descalificación del adversario político, convirtiéndolo en enemigo e imputándole la culpa de todos los males.
CONCLUSION: Benigno Pendás explicó en Caixaforum que la clase media necesita actualmente ser potenciada para mantener su protagonismo y que los partidos políticos han de utilizar los datos y argumentos reales para reducir los populismos que enfrentan a la sociedad, desprecian la democracia parlamentaria y pretenden desprestigiar las instituciones. Es la libertad el mejor método de creación de riqueza, la democracia el mejor sistema político conocido y en Europa nunca se ha vivido mejor que ahora.
