Las puertas de acceso a dependencias municipales deberán tener cierres automáticos antes del 30 de septiembre
El Boletín Oficial de Melilla (BOME) publicó ayer el decreto firmado por el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, con las medidas de ahorro energético que se deberán cumplir desde este miércoles durante algo más de un año, hasta el 1 de noviembre de 2023, en todas las dependencias de la Administración local, ya sean gestionadas de forma directa o indirecta.
La primera de ellas, la más conocida: la limitación de la temperatura del aire acondicionado hasta 27 grados y la calefacción hasta los 19, salvo aquellos recintos que tengan condiciones especiales de climatización “o bien que una normativa específica de aplicación disponga de lo contrario”.
Al hilo, otra de las medidas publicada ayer en el BOME es un “apagón general” del sistema de climatización de los edificios municipales coincidiendo con la finalización de la jornada laboral.
Lo mismo sucederá con a iluminación en todos los edificios municipales, cuyo “apagón general” deberá realizarse al acabar la jornada laboral “o, como máximo, a las 22:00 horas”.
También al finalizar la jornada de trabajo, los empleados públicos deberán apagar los ordenadores, las pantallas de salas o monitores y las fotocopiadoras.
Todas las dependencias municipales deberán tener en sus puertas de acceso cierres automáticos para impedir que se queden abiertas permanentemente, “con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior”. Estos sistemas deberán estar instalados antes del 30 de septiembre, por lo que la Ciudad Autónoma dispone de poco más de un mes y medio para ello.
La Ciudad Autónoma deberá colocar carteles o pantallas con las medidas obligatorias de ahorro, entre otras adicionales que reduzcan el consumo, y hacer una revisión extraordinaria antes del 31 de diciembre de 2022 en aquellos inmuebles que hayan pasado la inspección de eficiencia energética antes del 1 de enero de 2021.
