El crucero Boudicca inauguró el lunes la semana con una escala en Melilla, donde pasó toda la jornada. Pero a última hora, tras despedirse de la ciudad, tuvo que regresar un par de horas después tras descubrir que entre sus más de mil pasajeros había dos inmigrantes indocumentados que se habían colado en el barco como polizones. Ellos manifestaron ser sirios, pero tras pasar por la Jefatura Superior de Policía se pudo comprobar que muy probablemente sean argelinos. Según informaron ayer fuentes policiales, el crucero Boudicca, con bandera de Bahamas, partió del puerto de Melilla sobre las 20.15 horas el pasado lunes, después de pasar en la ciudad toda la jornada. Pero pasadas las once de la noche, el barco tuvo que regresar a Melilla tras descubrir la tripulación que había dos polizones a bordo.
A su llegada a Melilla, la Policía Nacional se hizo cargo de los dos polizones, que estaban indocumentados, aunque decían ser dos sirios de 21 y 24 años procedentes de Alepo. Según su versión, ambos se apellidaban igual, lo que hizo suponer que podrían ser familiares, y aseguraron que llevaban un mes en Melilla, aunque no estaban registrados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Tras pasar toda la noche en dependencias policiales, los agentes hicieron varias gestiones para proceder a la identificación de los dos polizones. La entrevista con el intérprete ya permitió sospechar de la veracidad de la versión de ambos inmigrantes, que por sus rasgos físicos y acento podrían ser argelinos.
Este extremo, no obstante, está sujeto a las pesquisas y los trámites que está haciendo la Policía, que posteriormente procederá a realizar la correspondiente reseña de los dos inmigrantes como se hace habitualmente en estos casos.
“Un incidente aislado”
Este suceso es, para Nuevas Generaciones (NNGG), un “incidente aislado, en principio”, por lo que a su juicio no debería afectar negativamente al turismo de cruceros por el que la Ciudad Autónoma quiere apostar.
