El 14 de febrero se reunió la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado (CEE) y el consejero de SATE-STEs presentó una enmienda, que fue aprobada, al Proyecto de orden de la enseñanza básica y su currículo para las personas adultas, en el ámbito del MECD, que solicitaba “la devolución al MECD y que presente otro ajustado a la realidad de Ceuta y Melilla consultando al profesorado”.
Este rechazo a un proyecto de MECD no es habitual y lo aprobó en base a la argumentación, acompañado por una breve justificación de tres folios.
La enmienda que fue aceptada se basaba en el análisis del citado proyecto de orden realizado mediante la consulta al profesorado afectado en Melilla que se remitió a los responsables correspondientes a finales de octubre del año pasado y que el MECD no consideró. Podríamos resumirlo en los siguientes criterios:
No se atiene a la realidad de nuestro alumnado, ya que las características del alumnado de los centros de adultos en Ceuta y Melilla difieren sensiblemente del resto de territorios. Los estándares de aprendizaje de Nivel I de Enseñanzas Iniciales difícilmente se pueden alcanzar en un curso académico partiendo de los niveles que presenta nuestro alumnado.
Es necesaria una nueva selección de estándares de aprendizaje evaluables porque el alumnado adulto posee destrezas y conocimientos no formales fruto de su experiencia vital que, junto con las competencias que adquiera en su formación en el CEPA, les puede poner en condiciones de desarrollar una vida laboral o de realizar nuevos estudios sin la obligatoriedad de cumplir todos y cada uno de los estándares propuestos en este Proyecto de Orden. Hay que darle su importancia a las áreas instrumentales básicas (lectoescritura y matemáticas) porque nos abren las puertas de los demás saberes y se debería poder otorgar un Certificado de Enseñanzas Iniciales sin que se alcancen estándares como, por ejemplo, “Identifica, describe y clasifica rocas minerales y materias primas mediante su observación directa” (estándar 4.7 de Nivel I, página 62).
Otro aspecto del currículo que debe ser adaptado para nuestro alumnado son los contenidos y su organización en ámbitos. El separarlos contenidos en tres ámbitos (Comunicación y competencia Matemática, Ciencia, Tecnología y sociedad en el Mundo Actual y Desarrollo e Iniciativa Personal y Laboral) no es adecuado para el Nivel I Básico. En éste nivel y dadas las características del alumnado de Ceuta y Melilla, es más conveniente que el currículo se organice de forma globalizada teniendo como referencia las áreas instrumentales básicas, como dictaba la Orden EDU/1622/2009 en el artículo 9.2 del Capítulo II.
Dado que los alumnos que se adscriben a Nivel I Básico tienen un bajo o nulo nivel de competencia en lengua castellana, no procede impartir las sesiones previstas de inglés; es más adecuado que la enseñanza de la lengua inglesa se imparta a partir del Nivel I Intermedio como una iniciación, seleccionando los contenidos pues los desarrollados en el Proyecto de Orden son demasiado amplios para el perfil de alumno que estamos tratando. No debemos olvidar que lo que estamos denominando “una lengua extranjera” es para ellos “una segunda lengua extranjera”, un tercer idioma (por detrás de su lengua materna y del castellano).
En el Nivel I (Básico e Intermedio) la calificación se debería de expresar como superado/no superado siguiendo el modelo de acta de la Orden EDU/162272009.
Otro factor que hace el proyecto de Orden inadecuado es la conveniencia de que previamente exista un Real Decreto que regule el currículo básico de las enseñanzas de personas adultas.