Noche de gala en el gran Teatro Kursal de Melilla para recibir al que, probable, sea a día de hoy el mejor violinista del mundo. Ara Malikian tiene una personalidad muy definida. En las distancias cortas tiene un discurso muy espiritual, te transmite mucha calma, paciencia, paraliza el tiempo; te gana siempre. Otra cosa es en el escenario, se transforma, te mantiene en vilo, no te aburres nunca. Él es el espectáculo, transgresor, revolucionario, es un innovador convencido, él busca que el espectador interaccione, no deja ningún detalle al azar. Su técnica depuradísima, su manejo del escenario, lo hace tan fácil que parece que no es difícil. Es un apasionado con un talento natural descomunal, es divertido, pero no se equivoquen, tiene un respeto grandísimo por el clasicismo más conservador. Maneja todos los ritmos, es un estudioso, mezcla sonidos, tango argentino, flamenco, rock, árabes y orientales, Transilvania ( cuna del violín ), pero también recurre a los clásicos, Vivaldi, Bach, Mozart, Händel, Chaikosvsky. Es un enamorado de Sarasate.
Es un demócrata convencido, su sueño acercar la música clásica para todas las capas de la sociedad. Persona con un gran compromiso social, no se olvida de sus raíces y comenta; " A mi abuelo lo salvó el violín, a mi padre lo salvó el violín y ese mismo violín me salvó a mí". En todos sus conciertos le rinde un merecido homenaje a todos los refugiados, porque como él dice, yo también fui un refugiado.