El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla (ICOMME) ha expresado su pleno apoyo a las movilizaciones y jornadas de huelga convocadas por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) para los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre, en protesta por el anteproyecto de reforma del Estatuto Marco y en defensa de unas condiciones laborales dignas para el colectivo médico en todo el Sistema Nacional de Salud.
Desde la corporación colegial melillense se considera que la propuesta impulsada por el Ministerio de Sanidad no da respuesta a las necesidades reales de los facultativos y supone un retroceso en sus derechos laborales. En este sentido, el presidente del ICOMME, Justo Sancho-Miñano, ha reiterado el respaldo firme del colegio a las movilizaciones convocadas.
“El Colegio de Médicos, como todos los colegios de España, la Organización Médica Colegial y el Consejo General de Colegios Médicos, apoya absolutamente las movilizaciones de huelga contra el anteproyecto del Estatuto Marco que pretende imponer la ministra, negándose al diálogo”, ha afirmado Sancho-Miñano. Asimismo, ha señalado que “si la ministra hubiera plasmado en este Estatuto Marco lo que defendía sobre las condiciones laborales de los médicos antes de ser ministra, todos estaríamos bastante contentos, pero está haciendo justo lo contrario”.
El Colegio de Médicos de Melilla subraya que el rechazo generalizado del colectivo se fundamenta en la insuficiente respuesta del Ministerio de Sanidad a las reivindicaciones planteadas por la profesión, tal y como ha puesto de manifiesto la CESM al valorar la última propuesta trasladada al Comité de Huelga.
Entre los principales motivos que justifican el mantenimiento de los paros, la Confederación destaca la ausencia de un Estatuto propio que garantice un ámbito de negociación diferenciado y adaptado a la especificidad del ejercicio médico; la falta de una clasificación profesional justa que reconozca el nivel de formación, responsabilidad y cualificación académica de los facultativos, así como la negativa a crear el grupo A1+.
A ello se suma la negativa a considerar las guardias como actividad extraordinaria, con la correspondiente retribución y su cómputo de cara a la jubilación, perpetuando jornadas semanales que superan las 45 horas. También se critica la persistencia de la movilidad forzosa y del concepto de “necesidades del servicio”, que genera desigualdades laborales, así como el mantenimiento de un régimen de incompatibilidades considerado discriminatorio, unido a retribuciones desiguales por trabajos equivalentes, en un contexto marcado por la fuga de talento médico.
Desde el ICOMME se insiste en la necesidad urgente de un marco normativo que incorpore mejoras reales y sustanciales en las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, como garantía tanto de la estabilidad del sistema sanitario como de una atención adecuada y de calidad a los pacientes.
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