El club Voleibol Melilla, dentro de su calendario de pretemporada, y con la intención de comenzar la presente campaña en las mejores condiciones de competición, participará, los próximos días 4 y 5 de octubre, en un torneo que se celebrará en la localidad madrileña de Leganés, al haber aceptado el conjunto melillense, la invitación realizada por la entidad pepinera. Los encuentros se celebrarán en horario de mañana y tarde, aunque estos aún están pendientes de confirmación.
El club que entrena Salim Abelkader se enfrentará al Club Voleibol Leganés, que jugará esta temporada en la misma categoría que el club melillense, en la Superliga 2, que es la segunda más importante del voleibol nacional. El equipo de la Ciudad Autónoma también se medirá al Club Voleibol Numancia de Soria y al Voleyplaya Madrid, que militan ambos en la máxima categoría del voleibol español.
Será una dura prueba para los hombres de Salim Abdelkader, que ya cuenta con la totalidad de la plantilla. El objetivo del torneo es el de «salir muy reforzados y definir los puntos flojos que pueda tener el conjunto, para así poder poner a punto la maquinaria antes del primer encuentro de liga», que se disputará el próximo día 18 de octubre en tierras gallegas, frente al Club Voleibol Náutico Boiro, de Vigo.
El club melillense, que la pasada temporada realizó un excelente trabajo, espera repetir y estar a la altura de las expectativas, «para que los aficionados vuelvan a disfrutar en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda de emocionantes jornadas de voleibol ante los mejores conjuntos de la Península». La directiva local espera que las bancadas se llenen para apoyar al equipo en la Superliga 2.
Por otra parte, ya es oficial que Leo Porolli jugará una temporada más con el Club Voleibol Melilla.
Después de las dudas surgidas, el jugador argentino, afincado en Almería, resolvió sus problemas de transfer con la Federación Argentina de Voleibol, por lo que podrá continuar defendiendo al conjunto de la ciudad autónoma, en el que ha vivido una gran experiencia. Porolli se mostró encantado por el acogimiento, tanto de la plantilla como de los aficionados que cada sábado llenaron las gradas.
