Con otro gran éxito de participación y organización concluyó el Club Scorpio su expedición a la zona de Ifrane en su deseo de pasar unos días en la nieve y disfrutar junto con sus peques unas jornadas inolvidables. Así lo vienen haciendo desde su fundación. El grupo estuvo compuesto por unas 75 personas y unos 30 vehículos todo terreno este se grupo se dividió en dos tandas. La pregunta de los participantes es cuándo podrá organizarse la próxima escapada para disfrutar de la belleza de la naturaleza. El viaje se inició el viernes 4 de marzo. Tras un copioso desayuno en la cafetería del puerto, el primer grupo salió dirección Ifrane sobre las 9 horas haciendo su entrada en el hotel Relais-Ras-El- Maa sobre las 14 horas, después de haber pasado unas horas disfrutando con la nevada caída. El 2º grupo partió sobre las 15,30 horas, haciendo su entrada en el hotel ya referido sobre las 21,30. Una vez unificados los grupos pasaron a disfrutar de una exquisita cerna tras la cual las clásicas reuniones para las actividades del siguiente día las consabidas «copitas» y luego a «cargar baterías».
Ifrane
Después de un buen desayuno se inició la jornada con una vista esplendida de la gran nevada caída en esos días y con una ventisca que hizo que los participantes se pusieran sus mejores prendas de abrigo. El convoy dirigido por Azrou se desplazó a visitar el famoso y gigantesco cedro «Gouraud» que yace en pie negándose a caer como queriéndole decir a sus congéneres, que aún muerto causa la admiración de todos los visitantes. «El paisaje es esplendido ya que toda la ruta hasta llegar a el estaba cubierta por un manto de nieve en contraste con el verdor de los cedro que se encontraban adornados con una corona blanca», explica el club.
Tras una larga parada al objeto de que niños y mayores disfrutaran del paisaje y de sus divertidos y hambrientos macacos de Berbería, la expedición partió rumbo al refugio del «Jbel Hebri» donde se realizó una parada «técnica» para continuar hacia el espectacular lago «Sidi – Ali». Finalizada la excursión, regresaron al hotel, donde tras la cena se vivieron horas de asueto y conversación.
Descansados y con un buen desayuno el grupo se dirigió a visitar las cascadas «Vitel» donde pudieron plasmar con sus cámaras, la majestuosidad del paisaje. Después, unos se decantaron por realizar una ruta a pie y otros por montar a caballo. Después de las fotos y videos correspondientes emprendieron la marcha hacia Melilla con algunas complicaciones debido a la multitud de vehículos y personas que había en esas fechas en la ciudad de Ifrane.
La caravana hizo su parada para comer en Oued-Amlil donde degustaron unas chuletitas de cordero, pinchos, patatas fritas y el correspondiente té. Terminada la comida volvieron a ponerse en camino hacia Melilla. Sobre las seis y media de la tarde llegaron a Beni-Enzar, donde se dio por finalizada la Ruta con el buen sabor de boca de haber pasado un fin de semana rodeados de familiares y amigos. La pregunta de todos es ¿para cuándo la próxima escapada?
