Si cualquier ciudadano sale por las calles de esta bella ciudad en estas fechas, se dará cuenta de que tienen un colorido especial, incluso puede escuchar villancicos que inspiran paz y amor entre los hombres. Sin embargo, máxime con el frío que ya empieza a aparecer, al caer la noche queremos meternos en casa al amor de una buena estufa y encender la televisión y es ahí donde comienza el problema y también este artículo.
Yo no digo que el Estado manipule los medios de comunicación, pero sí los canales autonómicos. En eso no estoy con la liberalización del mercado informativo. Ya que lo que no puede ser es que nuestras emisoras televisivas emitan filmes con unos contenidos aberrantes de violencia: Cuando no son crímenes de maniacos, son películas de Guerra donde no muere el director porque no participa, si no fuera por eso, apuesto que también se llevaba algún tiro que otro.
Y el problema no es que se emitan solo en tiempos de Navidad, sino que este talante de violencia televisiva es un canon que se sigue a lo largo del año.
Señores gobernantes, no podemos pedir a los ciudadanos que no sean violentos, cuando se le mete a la ciudadanía una cantidad infinita de violencia casi maniaca. Asesinatos en serie, violaciones incestuosas, guerras inventadas por humanoides, clones que no hacen más que pegarse tiros unos a otros, etc, etc… Y luego piden que en la sociedad no haya violencia de género o contra los animales, entre culturas… Nos piden tolerancia y nos dan violencia a más no poder, y si lo que digo no es cierto… ¿Qué peliculón que se va a emitir por la televisión en estas fiestas no tiene un contenido violento? … Reflexionen ustedes, queridos lectores y piensen a cerca de este artículo.
Por ello pido al Gobierno de la Ciudad Autónoma que hable con la Televisión de Melilla, para que al menos los ciudadanos de esta ciudad no tengamos que cerrar los ojos de nuestros hijos cuando queramos sentarnos a ver una película juntos. Televisión Melilla debería de comprar películas y algunas series interesantes, dramas, comedias, melodramas más o menos serias, aunque no sean de primer orden, con que sean de serie B americanas o europeas, vale, pero algo que se pueda ver.
A ver si para el año venidero los ciudadanos que vivimos en esta ciudad podemos despreocuparnos un poco de la Televisión Nacional, porque dispongamos de nuestros propios recursos, como pasó en la monísima retrasmisión de la Cabalgata de Reyes Magos que hicieron nuestros periodistas, cuando se retransmitió la nefasta cabalgata de los Reyes Magos en Madrid, que más que reyes orientales parecía una cabalgata de brujos venidos en naves espaciales de otros planetas.
Espero que nuestra televisión autonómica reflexione sobre este tema y tome cartas en el asunto, emitiendo filmes que no tengan violencia, el resto de España que haga lo que quiera.
