El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha reducido su ocupación por debajo de los 500 residentes tras la salida en la noche del miércoles de un grupo de inmigrantes para ser acogidos en centros de la península. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, destacó que en estos momentos la estancia media en el CETI es muy baja, lo que ha permitido cumplir el objetivo marcado al inicio de la anterior legislatura de que el centro se convierta “en un centro temporal y no de larga estancia”.
Ello se suma, además, a la reciente ampliación tras finalizar las obras acometidas en los últimos meses, lo que ha permitido que su capacidad máxima pase de 480 plazas a un millar.
De este modo, el CETI de Melilla se encuentra a la mitad de su ocupación, una situación muy diferente a la que se ha dado a lo largo de los últimos años, en los que incluso se han llegado a registrar cifras de ocupación de hasta 2.400 personas en los momentos de mayor presión migratoria en 2014, y la crisis de los refugiados en 2015.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, hizo hincapié anteayer en este hecho al afirmar tras su visita al CETI que había encontrado “una diferencia sustancial” respecto a sus anteriores desplazamientos a la ciudad, lo que “facilita muchísimo” la calidad de vida y asistencia que se ofrece a estos extranjeros que llegan en situación irregular.
