Con el tradicional desayuno con los medios de comunicación en recuerdo a nuestro compañero Ángel Morán, la Cofradía de la Soledad y del Cristo de la Paz, arrancó en el Real Club Marítimo, su programación de actos con motivo de la celebración de la Semana Santa de Melilla 2015. El hermano mayor, Manuel Jiménez, anunció que el autor del cartel en esta edición ha sido José Manuel Lozano Sola, quien señaló la dificultad que supone reunir en una sola fotografía tantos sentimientos. A su vez, los encargados de dar los aldabonazos de salida el Viernes Santo en la Iglesia del Sagrado Corazón, será el matrimonio conformado por Justo López y Conchi Marco. Para Manuel Jiménez la presencia en el acto de Gregorio Castillo, presidente de la Asociación de Cofradías de Melilla, que tuvo un emotivo recuerdo para el fallecido periodista, Ángel Morán, y de los hermanos mayores de las diferentes cofradías de la ciudad “es un estímulo para continuar perseverando en la responsabilidad aceptada desde el momento en que nos hacemos cofrades”.
En esta ocasión, siguiendo las directrices marcadas por el Papa Francisco, los cofrades señalaron su intención de ser parte de ese pueblo misionero que ha de exteriorizarse y de seguir estando con los más necesitados, con aquellos que precisan de ayudas inmediatas y básicas y transmitir el Evangelio por las calles con solemnidad y con el rigor con los que se ha de vivir, -dijo-, todo Jueves y Viernes Santo.
El hermano mayor dejó claro que desde la cofradía quieren trasmitir los valores que representan el Cristo de la Paz y la Soledad de Nuestra Señora, por lo que hacen sus salidas penitenciales en el convencimiento de que todos los cofrades y aquellas personas que conforman el cuerpo de penitentes se suman a los objetivos perseguidos por la cofradía y señaló que el Viernes Santo se enfoca como un día de recogimiento que se complementa con la oración pública que es la forma en que los jóvenes expresan, a través del desagravio, su unión con el pesar solitario de una madre.
Vicario episcopal
Por su parte, el vicario melillense y director espiritual de la cofradía Roberto Rojo, indicó que el camino de la Cuaresma es de alegría y una oportunidad de mostrar el sacrificio y una motivación para ensalzar el sentido de la cruz, en definitiva, un momento de gran gozo para los cristianos que conforman una comunidad que nace de la Pascua y de la resurección de Cristo. Para el sacerdote, vivir los momentos de la Cuaresma es “dejarnos modelar por Dios, en todo ese amor que ha desarrollado para todos nosotros, en esa gran alianza con Jesucristo”.