La Semana. MH, 01/12/2025
Por: J.B.
Definición de economía según la RAE /Real Academia Española):
Acepciones principales:
- Administración eficaz y razonable de los bienes.
- Conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo.
- Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos.
- Contención o adecuada distribución de recursos materiales o expresivos.
- Ahorro de trabajo, tiempo u otros bienes o servicios.
- Ahorros mantenidos en reserva.
- Reducción de gastos anunciados o previstos.
También, entre otras acepciones/tipos, se puede hablar de “economía cerrada” ( la que establece restricciones comerciales que la aíslan en alto grado del intercambio con el exterior), “economía de escala” (abaratamiento de los costes/ud de un producto, logrando aumentar la cantidad producida), “economía de mercado” (en la cual las decisiones se basan en la oferta y la demanda, con un mínimo de regulación), “economía del bienestar” (su objetivo global es extender a todos los sectores sociales los servicios y medios para una vida digna), “economía dirigida” (el gobierno fija los objetivos que han de alcanzar los agentes económicos y sus límites de actuación), “economía mixta” (parte de las decisiones atienden a objetivos y límites impuestos por la autoridad central y el resto a los mecanismos del mercado), “economía sumergida” (actividad económica realizada al margen de los cauces legales, de la cual no hay registros fiscales ni estadísticos), etc.
Economía: Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos.
Europa y España
Las dos acepciones principales de la definición de economía son, en mi opinión, la 1 (Administración eficaz y razonable de los bienes) y la 3 (Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos).
Es evidente que un país o una unión de países (que es lo que es la Unión Europea) funciona mejor si los bienes, que son escasos, son administrados de forma eficaz y razonable y si se consigue que sus ciudadanos puedan satisfacer, con un esfuerzo razonable, sus necesidades.
La UE (Unión Europea) o la mayoría de Europa (dejo fuera a España) tiene claro que las empresas son la base y el sustento de una economía sólida, eficiente y solidaria. En Europa se defiende una “economía de mercado” en la que la regulación sea mínima y sean las empresas las que tiren del carro (gestionan mejor los escasos recursos, por la cuenta que les tiene, que la administración central o gobierno de turno). Es cierto que hay regulaciones locales y europeas, pero el fin no es controlar y fagocitar a las empresas, el objetivo es favorecer la competencia y evitar los abusos.
La España actual es ya una “economía dirigida”, aunque disfrazada de “economía del bienestar”.
Una economía sin empresas no es una “economía de mercado” ni tan siquiera es una “economía mixta”, es una ruina presente y futura y un preludio de un país totalitario en el que el gobierno/Estado decide por nosotros. Es un oxímoron (figura retórica que combina dos palabras o expresiones de significado opuesto para crear un nuevo sentido).
La España actual es ya una “economía dirigida”, aunque disfrazada de “economía del bienestar”, en la que se criminaliza y explota a las empresas desde las instituciones. Nuestra economía nacional (también la de Melilla) se basa en un Estado cada vez más grande, que subvenciona a una cada vez mayor cantidad de gente (muchos de ellos con un interés nulo por trabajar), que desprecia la cultura del esfuerzo y que pretende controlar los mercados (lo que los hace ineficientes e inútiles a la hora de proveer de bienes a los ciudadanos) y otros agentes sociales como los jueces o los medios de comunicación.
Nuestros actuales gobernantes quieren, como en Venezuela, una economía sin empresas, para que unos pocos (los afines) sean ricos y todos los demás seamos pobres, iguales y sumisos.
El modelo parece ser Venezuela (país del que todo el que puede huye despavorido) … Allí se enriquecen unos pocos y los demás son todos iguales (sin derechos ni libertades, salvo los/las que “conceda”, con su gracia, el dictador Maduro) y pobres. Nuestros actuales gobernantes quieren, como en Venezuela, una economía sin empresas (algo imposible), para que unos pocos (los afines) sean ricos (valgan como ejemplo los “amigos” corruptos de Sánchez ahora en la cárcel) y todos los demás seamos pobres, iguales y sumisos.
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