El aeropuerto de Melilla recibió ayer por la mañana a un avión que no era de las compañías que suelen operar entre nuestra ciudad y la península. Swiftair envió hasta aquí una de sus aeronaves para realizar dos vuelos charter contratados por el Ministerio del Interior. El objetivo era enviar a Madrid y Algeciras a 60 de los inmigrantes que han ido llegando a lo largo de los últimos días a Melilla de forma clandestina. Mañana lo harán otros 60 por la misma vía para tratar de descongestionar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que lleva más de un mes recurriendo a las tiendas de campaña para dar cabida a todo el mundo. El traslado de los 60 de ayer se hizo en dos vuelos, el primero a las once y media de la mañana, aunque llegó un poco antes con un nutrido grupo de policías. Ellos se encargaron de custodiar a los inmigrantes desde que los recogieron en los furgones policiales en los que fueron llevados al aeropuerto hasta su llegada a la península. La mayoría eran de origen subsahariano y prácticamente todos llevaban mascarillas puestas, al igual que los agentes, imagen que es cada vez más habitual desde que hace 12 días se detectó un caso de meningitis entre uno de los acogidos en el CETI melillense.
Muchos de los inmigrantes iban, además, esposados. Fuentes policiales explicaron a este Diario que se trata de una medida de seguridad y control para evitar problemas en pleno vuelo, ya que el destino de estos inmigrantes era un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Este tipo de infraestructuras son similares al CETI, pero en régimen cerrado, donde el Estado custodia a los indocumentados durante 60 días mientras tramita su expulsión al país de origen. Otros inmigrantes, en cambio, viajaban sin las manos esposadas porque iban a centros de acogida gestionados por ONG.
Esta vez se ha optado por el traslado por vía aérea en vez de por barco, como suele ser habitual, porque en este tipo de operaciones, en las que tantas personas van custodiadas por la Policía, es importante la rapidez. El vuelo, que despegó sobre las 11.30 horas, fue primero a Madrid, donde se apeó parte del grupo, y después a Jerez, donde bajó el resto con destino al CIE de Algeciras.
Ya por la tarde, el avión se dirigió a Melilla para recoger a más inmigrantes con el objetivo de llevarlos a Jerez primero, y después a Madrid, donde finalmente se quedó la aeronave.
Esta misma operación se repetirá mañana con otros dos vuelos, también en horario de mañana y tarde, para completar el traslado de otros 60 inmigrantes. Hay que recordar que la semana pasada ya salió una treintena de subsaharianos y sirios en barco hacia Málaga, aunque aquel grupo ya estaba programado desde antes de que se produjera la avalancha histórica del día 18, cuando entraron de repente 500 inmigrantes por la valla, elevando la ocupación del CETI por encima de los 1.900, el cuádruple de su capacidad máxima.