Melilla vuelve a demostrar su solidaridad en momentos de gran necesidad y en esta ocasión son dos melillenses: Merche González y Francisco Javier Capilla, los que ponen rostro a este interés por ayuda al que lo necesita. Estos dos voluntarios de la asociación IAE-Melilla se desplazan hoy a la capital para, desde ahí, formar parte del contingente español de ayuda a los damnificados del terrible terremoto que azotó el sábado a Ecuador. Arropados por familiares y compañeros, estos dos melillenses son conscientes a lo que se enfrentan pero parten con la esperanza de poder llevar ayuda allá donde más se necesite. Ayer por la tarde se producía la ansiada llamada. IAE España se ponía en contacto con la delegación en Melilla para que los dos voluntarios ya designados prepararan el petate con todo lo necesario y se desplazaran a Madrid. Pero la principal barrera que estos melillenses encontraron no fue la oposición de sus familias, que han dado todo su apoyo, sino la climatología y es que el mal tiempo impidió que ayer pudieran volar hacia Madrid. Se espera que hoy lo hagan en el primer vuelo que salga para la capital, donde les esperarán el resto de compañeros que parten hoy mismo hacia la capital ecuatoriana.
José Ángel González, delegado del IAE en Melilla, no quiso perderse la oportunidad de arropar, junto a familiares y otros compañeros, a los dos amigos que parten de la ciudad para tomar parte en esta operación de rescate. Comentó que desde que se produjo el movimiento sísmico en la madrugada del sábado al domingo, el IAE se activó a nivel nacional de cara a un posible llamamiento que, una vez recibidos los permisos pertinentes, se producía ayer mismo.
Dos melillenses
Merche González y su compañero Francisco Javier Capilla son los dos melillenses que se embarcan, si el tiempo lo permite, en este dispositivo de ayuda a Ecuador. Ayer se desplazaron en vano al aeropuerto, donde permanecieron hasta el cierre de las instalaciones para asegurar una plaza en el primer vuelo que hoy salga en dirección a Madrid si el tiempo lo permite.
Explicó Merche González que una vez que las autoridades del país americano les han dado el salvoconducto para entrar, acuden a Ecuador para prestar asistencia sanitaria, al tiempo que llevan también una potabilizadora de agua. Participarán en operaciones de rescate, pero sin perros. "Ayudaremos en todo lo que se pueda, tanto en infraestructuras como en el rescate de víctimas", dijo. Esta auxiliar canina y rescatista, ya estuvo en Haití tras el tsunami para prestar ayuda humanitaria.
Francisco Javier Capilla afirmó categórico: "vamos a ayudar, y dar todo lo que podamos para intentar auxiliar en todo lo que se pueda. Vamos con muchas ganas e ilusión, pero no sabemos qué nos vamos a encontrar". Este auxiliar canino y rescatista, también se desplazó a Haití con su compañera.
Pero tras aquella dura experiencia en un país desbastado con miles de víctimas, estos dos voluntarios se muestran más decididos si cabe a participar en esta operación en Ecuador. "Llevamos once años en Melilla preparándonos para este tipo de situaciones y la meta es salir, acudir allí donde haga falta. En ocasiones nos hemos quedado en tierra por temas de las comunicaciones" algo que esperan no vuelva a ocurrir. Desde el punto de vista personal, participar en esta operación es algo que les ilusiona por un claro motivo: "poder ayudar a las personas que lo necesitan".
Desconocen a qué parte de Ecuador les destinarán. Será el centro de coordinación el que, una vez sobre el terreno, los distribuya en los lugares que sean precisos. No conocen cuánto tiempo permanecerán en el país sudamericano, pero no descartan que sean más de doce días.
En cuanto a la respuesta de la familia que dejan en Melilla, afirman ambos que aún se encontraban un tanto en shock porque "en apenas dos horas nos hemos tenido que pertrechar y prepararlo todo para poder salir corriendo". Pero afirman que "por suerte, saben a lo que nos dedicamos, saben que esto es algo que nos gusta y contamos con su apoyo y el de los amigos". Lo importante de todo ello, "es que saben que hacemos este esfuerzo voluntario para ayudar a los demás, para hacer el bien y ese es el fin", apostillaron.
