«Ambos han tenido muchos problemas y contratiempos a la hora de lesiones, cambios de jugadores, etc., aunque sí es cierto que no han sabido encauzar el rumbo de la regularidad con los mimbres que les quedaban”. «En cuanto al juego de los melillenses, primero deberán recuperar sensaciones y, a partir de ahí, bajar las pérdidas de balón, así como los porcentajes de tiros de campo, que fueron nefastos”. Última jornada de la fase regular para dos equipos que no llegan con el nivel baloncestístico del año pasado y tampoco están tan bien clasificados como el anterior curso. Ambos tendrán en sus inicios el factor cancha en contra.
Tanto melillenses como gallegos han tenido muchos problemas y contratiempos a la hora de lesiones, cambios de jugadores, etc., aunque sí es cierto que no han sabido encauzar el rumbo de la regularidad con los mimbres que les quedaban. El Leyma Coruña no ha tenido la referencia interior a la altura que la tuvo la última campaña con Olmos y la salida de Dago Peña al Barcelona también han hecho que los de Tito Díaz no se hayan sentido cómodos durante la presente temporada. Por parte del equipo del melillense Alejandro Alcoba, las lesiones de casi todo su juego exterior en pretemporada, las limitaciones en minutos de Rivero y alguna que otra molestia de Arteaga le ha costado no llegar a estar clasificados para play off hasta la penúltima jornada. Una vez incorporados los jugadores lesionados, el equipo cogió impulso, pero la previsibilidad en su juego hizo que volvieran a dar algunos pasos atrás. Las últimas lesiones de los hermanos Almazán dan por terminada una fase regular con más sombras que luces.
El encuentro es importante, por supuesto, pero, y tal y como está la enfermería del decano, prevalece no arriesgar y esto conlleva que en vez de quedar sextos los azulones, con la posibilidad que en el segundo cruce suene la campana y puedan tener a favor el factor cancha, concluyan octavos sin prácticamente ninguna opción de factor cancha en todas las eliminatorias. Lo que está claro que si los melillenses quieren subir a la ACB deberán superar todos los cruces a cinco partidos, con rivales como Palencia, Breogán, Burgos, Oviedo…, y en campo siempre contrario.
Analizando al cuadro coruñés, la salida de Dago Peña trajo consigo la entrada de Rowley que ya estuvo años atrás a las órdenes de Tito Díaz. Un pívot que junto a Olmos, a priori, marcan el camino del equilibrio, pero la falta de regularidad de este último limita a los gallegos en perseguir ese equilibro que todo conjunto desea tener. La incorporación, nuevamente, del de Trinidad y Tobago ayuda a potenciar ese puesto en particular y, seguramente, el Leyma va a subir el nivel en estos play off tan apasionados. Los Monaghan, Creus, Abia, Zyle y Olmos son jugadores que la afición melillense conoce perfectamente y saben del talento que cada uno de ellos posee.
En lo que se refiere al decano, parece que Pablo Almazán tiene para mucho e incluso se perderá dos eliminatorias mínimo, mientras que Eloy y Oliver están ya prácticamente recuperados, aunque necesitarán unos días para estar plenamente recuperados, Suka estará, sí o sí y aunque le duela el alma, y Van Wijk se recupera lentamente de su dedo. El resto parece que están en perfectas condiciones y también recalcar el trabajo que hacen los melillenses Pelayo Larraona y Alberto Alemán, quien en el último encuentro ante Magia Huesca, en solo cuatro minutos, demostró que debería haber estado jugando hace ya años en la CUARTA DIVISIÓN para competir, que es como un jugador progresa y no solo entrenando.
En cuanto al juego de los de Alejandro Alcoba, primero deberán recuperar sensaciones y, a partir de ahí, bajar las pérdidas de balón, así como los porcentajes de tiros de campo, que resultaron nefastos en los últimos compromisos. Para entrar a dominar el juego táctico, tendrán que mejorar estos detalles que anteriormente he expuesto.