La presidenta de Promesa aclara que las ayudas que ha elaborado la sociedad pública por valor de 800.000 euros están destinadas a la reactivación económica del barrio, y no para «indemnizar» a los comercios y negocios afectados por las largas obras
«Siempre les va a parecer poco».
En estos términos se ha referido la presidente de ‘Proyecto Melilla (Promesa), Esther Donoso, respecto a las recientes críticas que han lanzado desde la Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales de Melilla (CEPROMEL) tras conocer las bases reguladoras de las ayudas para los comercios y negocios afectados por las obras en el Rastro, especialmente en la calle García Cabrelles, que están en su fase de finalización. Unas ayudas cuantificadas en 800.000 euros y que la entidad considera insuficientes para aliviar las pérdidas económicas, que cifran en 3 millones de euros, que dichas obras han ocasionado en el barrio.
Donoso, que puntualiza que aún «no es oficial» que la partida destinada sea de 800.000 euros, ha reconocido que las ayudas siempre pueden ser superiores, pero deja claro que «hay que poner un límite» y asegura que este tipo de ayudas están «muy bien subvencionadas» porque, según ha argumentado, el objeto de dichas ayudas es la de impulsar la reactivación económica del barrio del Rastro, y no «indemnizar» a aquellos comercios y negocios afectados por las largas obras.
De manera paralela, cualquiera de los comerciantes perjudicados «pueden tramitar y solicitar por el procedimiento judicial o administrativo oportuno una responsabilidad patrimonial si creen que han sido perjudicados y necesitan una indemnización por daños y perjuicios». Todo ello, al margen de la línea de ayudas que saque la sociedad pública.
«Todo el dinero que demos siempre va a ser poco», admite, preguntando cuál es la cuantía fija que se les debe abonar. No obstante, asegura que los comerciantes del Rastro están «contentos» con esta línea de ayudas.
«No está previsto» una línea de ayudas para General Marina
Por otro lado, Donoso afirma que «no está previsto» una línea de ayudas para los comercios afectados por las obras en la calle General Marina, ya que asegura que las obras van «en plazos» y no resulta necesario abonar ninguna ayuda económica a los negocios afectados.
«Lo del Rastro es que fue de traca», describe.
