Columna Pública

Disparate Nacional

El contagio por ébola de una auxiliar de enfermería en nuestro país ha vuelto a poner a España en el candelero y no para bien sino por lo contrario, por las evidentes muestras de incompetencia. Mientras prosigue la polémica sobre la actuación de la Guardia Civil en la frontera de Melilla siguiendo órdenes políticas, no olvidemos nunca este extremo, ahora se desata una nueva polémica a causa de una enfermedad infectocontagiosa no controlada por las autoridades sanitarias. Veamos el primer asunto. La clase política ha interpretado a su gusto el lugar donde se ubica la frontera española con Marruecos, según parece, violando un tratado internacional. Es lo que se desprende del auto judicial incoado contra el coronel de la Guardia Civil en Melilla. Los políticos abusan de su querencia por la actuación de la Benemérita pero no olvidemos que son ellos quienes han llevado al Cuerpo a esta situación sin salida. Ahora nos salen por peteneras afirmando que es absurdo considerar que un inmigrante esté en España con solo tocar la valla. Observen la manipulación torticera de algunas autoridades como el Director General de la Guardia Civil, pues fue esto lo que dijo Arsenio Fernández Mesa en unas declaraciones en el Congreso recientemente. Lo cierto es que nadie ha afirmado eso nunca, ni siquiera el juez Lamo de Espinosa en su auto, que por cierto, es bastante claro y explícito en su redacción y argumentos jurídicos.

Pero el seño Mesa sigue a lo suyo, a la política, no a velar por la seguridad del país ni de los españoles, ni por supuesto de los guardias civiles, quienes deben realizar su trabajo con evidente falta de claridad jurídica en algunas de sus actuaciones debido a las órdenes políticas de turno. Por eso dijo también que el concepto operativo de la Guardia Civil había sido explicado “hasta la saciedad”. Vale, Arsenio, pero la saciedad no implica en ningún caso que lo que tú expliques sea legal, insisto, lo determinará un juez a la luz de la legalidad vigente. Bien, sigan ustedes a lo suyo. Decía en unas afirmaciones a la prensa local el actual coronel de la Guardia Civil de Melilla, en sus declaraciones ante el juez, que no le había dicho que hubiera hecho nada ilegal en su actuación. Obviamente Ambrosio, si no fuera así, de imputado habrías pasado a procesado directamente. Pues nada, seguiremos con esta comedia unas semanas más.

El disparate nacional también es noticia a causa del ébola. Resulta que no existe riesgo nulo, esto lo sabe cualquier experto en prevención de riesgos laborales. Pero la situación de la sanidad pública, civil, contrasta con la sanidad militar. Resulta que no hay ningún contagiado militar después de haber realizado dos viajes a zona de riesgo, en África, haber trasladado a dos enfermos en avión y haberle dado los primeros cuidados paliativos. Es evidente que realizaron bien su trabajo, que tienen bien aprendidos los protocolos de actuación, que son profesionales de verdad y que saben utilizar los equipos de protección individual. Sin embargo en la sanidad civil nos hemos encontrado con algunos problemas. Por ejemplo, el Estado no tiene un centro de referencia porque la sanidad está transferida a las autonomías. Así, hay que coordinar a dos administraciones para este asunto de gestión sanitaria con los consabidos problemas. No hay personal especializado que esté continuamente realizando prácticas con los equipos de protección y los protocolos, a diferencia de la sanidad militar, hay problemas de control de las actuaciones que se llevan a cabo, falta un mando director y finalmente, por todo ello, hay difusión de la responsabilidad en este asunto. Dios quiera que no pase nada más. Eso sí, que vaya construyendo el Estado un centro sanitario de referencia para todo el país que, en las actuales condiciones, solo podría estar en Melilla, Ceuta o en el hospital militar de Madrid, también estatal. Creo que en este último se estaba construyendo un centro de estas características. Me temo que los españoles somos víctimas una vez más del desbarajuste autonómico. No quiero imaginar que pasaría en una crisis de proporciones más amplias, como un conflicto bélico, acompañado de epidemias de enfermedades y una inmigración descontrolada, algo que podría pasar en el futuro. Que tomen nota.

El último disparate. Parece que van a participar cuatro militares marroquíes en el desfile militar del día de la hispanidad en Madrid. ¿Qué necesidad hay de hacerlo? Afirma el ministro que se enmarca en las actuaciones del grupo 5+5 Defensa ¿No me diga? Resulta que Marruecos no es una democracia, que su ejército ocupa militarmente un territorio violando el derecho internacional, que Marruecos reivindica parte de la soberanía española y que es un arma represiva en manos del Estado marroquí ¿Es homologable ese ejército al español? Creo que no, por muchas iniciativas chorras como la 5+5 Defensa que no sirve para nada más que para hacerse fotos. Sirvan estos tres ejemplos para ejemplificar el estado de decrepitud institucional, política y moral en el que se encuentra España en esos momentos.

Mrober.lacoctelera.net

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