Decían los del tiempo que estaba previsto que bajarían ligeramente las temperaturas en Melilla, como así sucedió ayer, en el que incluso cayeron algunas gotas, pero visto lo visto esta semana y el bochorno que hemos padecido, con el mercurio y la humedad disparadas, la mayoría de los melillenses que han permanecido en este mes de agosto en nuestra ciudad y no se han ido de vacaciones lejos de este rinconcito del norte de África o no han querido soportar las largas colas fronterizas, no lo han dudado ningún instante. Se han echado sobre sus espaldas o donde creyeran conveniente sus toallas y, los más preparados, sus neveras bien surtidas y han disfrutado de las muchas posibilidades de nuestro litoral, desde las distintas playas de La Hípica, Hipódromo, San Lorenzo y Los Cárabos, pasando por la ensenada de los Galápagos y La Alcazaba y Aguadú, y a la espera de que reabra en su totalidad la de Horcas Coloradas. Esta es nuestra muestra de ello.