La Policía Nacional detuvo ayer a un marroquí de 22 años por presuntos delitos de resistencia, desobediencia e incitación a desórdenes públicos, después de protagonizar una historia rocambolesca en la rotonda de la frontera de Beni-Enzar pasadas las seis de la tarde. Otros dos amigos suyos fueron detenidos también tres horas después como presuntos partícipes, y su hermano, que iba con él, se dio a la fuga.
Según ha podido saber MELILLA HOY, el caso tuvo su origen en la avería del coche que conducía. Una patrulla de la UIP se acercó al coche y ayudó a empujar sin mucha suerte. Al pedir la documentación al conductor para identificarlo, éste se negó alegando que tenía el hombro dislocado, momento en el que se armó un revuelo en el que también participó su hermano, que se dio a la fuga en dirección al polígono industrial. Unas pruebas médicas en el Comarcal permitieron verificar que no tenía ninguna lesión, por lo que acabó en el calabozo.
Dos amigos que se solidarizaron con él también terminaron detenidos.
