Devin Wright, después de renovar el pasado viernes por el Club Melilla Baloncesto, realizó sus primeras declaraciones a la web oficial del club, y aseguró que desde un principio su intención era la continuar en el decano. También habó sobre las posibilidades de marcharse a la Liga Endesa este mismo verano y hacer efectiva la cláusula reflejada en su contrato en caso que algún club decida interesarse por sus servicios.
El jugador gallego afirmó estar muy feliz de continuar en la plantilla melillense y con ganas de mejorar lo hecho el pasado año. «Estoy muy contento de poder seguir un año más en Melilla para intentar mejorar todo lo de la temporada pasada y sacarme la espinita de poder disputar los Play-Offs».
En lo personal, el 7 del decano firmó su mejor campaña en la Adecco Oro la pasada temporada, convirtiéndose en uno de los interiores más importantes de la categoría. Un buen hacer que no ha pasado desapercibido para muchos clubes de la Liga Endesa que han puesto este verano sus ojos en el lucense, pero en principio su deseo es jugar en Melilla, aunque ha querido dejar abierta una puerta abierto en caso de recibir una llamada de la máxima categoría del baloncesto nacional.
«Tengo muy claro que de jugar en la Adecco Oro es en el Melilla Baloncesto porque es un equipo que ha confiado mucho en mí, desde el entrenador hasta el propio presidente del club, que desde el año pasado apostaron fuerte por mí y de alguna manera, con la renovación, he querido devolverles esa confianza. Está claro que existe la posibilidad de que pueda jugar en la Liga Endesa la próxima temporada, pero solamente es eso, una posibilidad», aclaró.
Devin Wright será el cuarto jugador que siga de la temporada pasada, junto a Iñaki Narros, Pelayo Larraona y Eloy Almazán, lo que constituye una base de garantías para el club, una idea que también comparte el jugador gallego. «Esta claro que mantener la base del equipo es esencial y ello se ha podido ver en el River Andorra de hace dos temporadas o este mismo año en el Oviedo Baloncesto. Además, el hecho de tener esa confianza ayuda mucho al final, tanto dentro de la pista como fuera», significó.
Sin duda, la temporada del interior azulino fue bastante notable, firmando los mejores guarismos de su carrera. Para esta próxima, Wright espera poder mejorarlos, ya que como él mismo asegura es muy competitivo. «Soy una persona que cree que en la vida siempre se puede mejorar y ese es mi objetivo. No hay que ponerse nunca techo, aunque siempre hay que ir con mucha humildad y paso a paso», destacó.
Por último, habló de los objetivos del Melilla Baloncesto para la próxima temporada. «Cuando firmé la temporada pasada también se hablaba de los Play-Offs y al final no pudo ser. En este aspecto hay que ser ambiciosos e ir siempre a por lo máximo, pero desde el trabajo. Si al final acabamos jugando los Play-Off será porque nos lo hemos merecido», concluyó.
Sus características
Devin Wright es un alapívot de 2 metros de altura y poseedor de unas grandes cualidades atléticas. En su juego destaca por ser un gran reboteador en ambos lados de la canasta. A pesar de no ser un jugador excesivamente alto para la posición que ocupa, su físico le permite defender a jugadores más grandes que él e imprimir una gran intensidad en todas sus acciones bajos los tableros. Además Wright también destaca por su carácter y entrega sobre la cancha que es capaz de contagiar al resto de compañeros. Sabe asumir un rol secundario y se sacrifica por el equipo, aportando desde el banquillo cuando el entrenador lo requiere.
Trayectoria
Devin Wright, de 27 años de edad, comenzó a jugar en el Colegio Sagrado Corazón de Lugo. Muy joven puso rumbo a tierras andaluzas, con el fin de continuar su formación en la cantera del Baloncesto Granada, con el que llegó a jugar en Liga EBA y en el Circuito Sub20.
En el verano de 2008 recaló en el Mérida Patrimonio de la Humanidad de la LEB Bronce, donde permaneció dos temporadas y consiguió el ascenso a la Adecco Oro. A continuación firmó por el River Andorra, con el que logró un nuevo ascenso. Después de dos años en el Principado fue contratado por el Melilla Baloncesto. En la temporada pasada se convirtió en uno de los jugadores más regulares del conjunto de Alejandro Alcoba, promediando más de nueve puntos y casi seis rebotes por encuentro.
