La Guardia Civil ha detenido a siete personas que formaban un grupo criminal organizado tras cometer tres robos consecutivos con arma blanca en la Cuesta de la Florentina en la noche del pasado jueves. Los siete presuntos ladrones, que hirieron con el cuchillo a dos de las víctimas y a la tercera con una pedrada cuando intentaban huir, se escondieron en las escolleras, donde el instituto armado llevó a cabo un amplio despliegue por tierra y mar que permitió la rápida detención de los miembros del grupo criminal y la recuperación de los objetos robados. Además, los agentes procedieron al rescate de otros 14 magrebíes, 12 de ellos menores extranjeros no acompañados (menas), que estaban en la zona de las escolleras pese al temporal y la oscuridad de la noche. Mientras la Guardia Civil los trasladaba a una zona segura, otro grupo de menas intentó evitarlo lanzándoles piedras y botellas, al tiempo que otras personas, al parecer miembros de una ONG, fueron identificados mientras grababan los hechos. Esta sucesión de hechos comenzó el jueves por la noche, sobre las 21.30 horas. La Guardia Civil sitúa en ese momento el primero de los robos, en el que un grupo formado por siete individuos abordaron a un viandante que pasaba por allí, al que intimidaron con un cuchillo para apropiarse de su teléfono móvil, y al que pincharon en el hombro al no conseguir su objetivo.
El segundo asalto tuvo lugar minutos después en la misma zona y las víctimas fueron dos jóvenes, a uno de los cuales le robaron dos teléfonos tras provocarle un corte en la cara y otro en el brazo. Al otro, en su huida, lo hirieron con una pedrada que le alcanzó la pierna, tras lo cual le arrebataron la mochila que portaba.
Cañones de luz en una zona peligrosa
Tras estos hechos, la Guardia Civil realizó un amplio despliegue policial por tierra y mar en la zona de las escolleras del puerto, lugar donde se adentraron los autores de los atracos. El instituto armado destacó ayer en su nota de prensa la dificultad de esta actuación, dado que se trataba de un lugar con acceso muy complicado, además de peligroso por las rocas, sus aristas y recovecos, y la “completa oscuridad” que había en la zona al ser noche cerrada y no haber iluminación.
Para poder localizar a estos individuos, la Guardia Civil tuvo que recurrir a cañones de luz desde el mar y linternas por tierra, lo que permitió a los agentes hacer una batida en el lugar. Eso permitió localizar a los supuestos autores del hecho delictivo ocultos en una de las oquedades de las rocas, adonde los agentes tuvieron que acceder a gatas por las reducidas dimensiones del hueco donde estaban ocultos los presuntos ladrones.
La Guardia Civil pudo proceder a la detención de los siete presuntos autores de los hechos delictivos, que fueron reconocidos sin género de dudas por las víctimas. Los siete iban indocumentados y son mayores de edad, de entre 18 y 25 años de edad, que dicen tener nacionalidad marroquí. Todos ellos pasarán a disposición judicial como supuestos autores de diversos delitos de robo con violencia e intimidación, realizado en grupo organizado, con armas, y con resultado de lesiones.
Las víctimas
Las víctimas de estos robos también son de nacionalidad marroquí y no tienen vinculación con Melilla, por lo que probablemente fueran viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE) que mientras esperaban la salida del barco, decidieron dar una vuelta por los alrededores.
Tras sufrir el asalto de este “grupo criminal organizado”, las tres víctimas tuvieron que recibir asistencia sanitaria. Los dos agredidos con arma blanca en el hombro uno, y el brazo y la cara otro, tuvieron que recibir varios puntos de sutura. Pese a todo, el estado de los tres es satisfactorio, según informó ayer la Guardia Civil.
Además, pudieron recuperar sus efectos personales gracias a la “rápida respuesta policial” de la Guardia Civil ante estos robos con violencia e intimidación “a pacíficos ciudadanos”. Los presuntos ladrones no tuvieron tiempo para desprenderse de los tres móviles y la mochila, que fueron localizados por los agentes durante la detención, así como uno de los cuchillos utilizados en las agresiones.
Los guardias también encontraron un monitor de ordenador nuevo y embalado en su caja, del que se investiga su procedencia.
