Las mafias volvieron a demostrar ayer cómo son capaces de llevar hasta límites insospechados su execrable negocio del tráfico de inmigrantes. La Guardia Civil interceptó ayer por la tarde un vehículo que pretendía pasar a Melilla por el puesto de Beni-Enzar con dos niños pequeños, supuestamente de nacionalidad siria. Uno de ellos, que podría tener unos 8 años, iba en un doble fondo bajo el asiento del turismo. El otro de los niños rescatados era un bebé que dormía en una sillita. Según han informado a MELILLA HOY fuentes policiales, los hechos ocurrieron en torno a las 19.45 horas en el paso fronterizo de Beni-Enzar. Cuando muchos melillenses volvían de pasar un plácido día en Marruecos, la Guardia Civil detectó un vehículo destartalado y antiguo sospechoso de llevar inmigrantes ocultos en su interior.
El coche estaba ocupado a simple vista por su conductor, un hombre de unos 40 años, y un bebé que dormía en una sillita. La Guardia Civil registró en profundidad el vehículo y fue cuando encontró a un niño de unos 8 años escondido bajo el asiento. Rápidamente, los agentes acudieron a socorrerlo con agua, ya que lo sacaron del hueco "completamente sudado", informaron a MELILLA HOY testigos presenciales. La Guardia Civil también sacó de inmediato al bebé del interior del vehículo para resguardarlo en las dependencias de la frontera.
Por su parte, el conductor fue detenido. Las fuentes no pudieron precisar su identidad ni nacionalidad, aunque el vehículo que conducía era de matrícula española. Los testigos de los hechos destacaron en declaraciones a este Periódico que la Guardia Civil actuó de manera "muy profesional y muy humana", y subrayaron además que el registro que llevó a cabo fue "muy exhaustivo".
Los niños podrían ser de nacionalidad siria, dadas sus características físicas. Es la primera vez que el drama del tráfico de inmigrantes en doble fondo afecta a niños de tan corta edad.